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Sllñores Mi1mbros del Jurado:

Deber dll nacionalismo y S'Jíltimiento patriótico,

~ntes

quQ

limar la

fórmula ritual, m< impulsan aprovechar esta honrosa ocaJión

en

forma uti–

litaria, ocasión que unida a las circunstancias especiales de estar enalt•–

cida con la ciencia de cada une de vosotres y la de los futuros maestros del

Perú, hace que traiga a vuestra consideración un tema que acaso no posea

imvortancia y no tiene sino el valor de ser modesta sugerencia, fruto de

observación

directa,

frente a un silctor educacional en lo se refiere a

la

enseñcmza de/Idioma¡¡ su avlicarión en el país.

Bien podréis uspechar entonces que este aporre eEcaso, es posible que

para mu(hos no encierre más interés que el ser leido y escuchado por pla–

cer; pero es evidente que todos estamos obligados en cierto modo realizar

lo fac:tible por elevar el espíritu de nuestro pueblo y raza, como dotarle

de

idioma adecuado y propio y susceptible de redemir. sobre toa o el indígena,

del letargo apar ente en materia de /enguaja oficial o sea el Ca:,tellano.

Yo habría querido tratar con mas detención este aspecto educacional,–

pero declino tan ardua como noble empresa por compater a plumas autori–

zadas y capacítadas, reservándome el derecho de seguir

indicacaciones

¡¡

•scuchar la opiniór¡ de los que sinceramente me hagan conocer los errores

en que, como cualquiera, pueda incurrir. Concretándome diré, que

lo poco

que a continuación exponoo,

es

producto de alounos instantes de medita–

ción cerca de la unidad nacional de un idioma básico; pués sabido es la

tenden cia que existe:

ir

ascensionalmente de un idioma menos culto hacia el

que reune caractues científicos y artísticos de la época presente. Esta es

la verdadera inquietud espíritua/ en lo concarniente a idiomas. Puo repi–

to que no abrig'J

des~o

de h:1cer polémica infundada de esta cuestión, ni

el prejuicio de h aber resuelto problema de tal tracenden cia digna de autor(da

des unicamente, mucho menos, pujos dt sabihondía en lo tocante a la ense–

f!anza del castellano, pero que hoy, a decir verdad, adolece do ciertos defec–

tos tanto en la enseñaza formal, cuantc. en lo fundamenta l o psicológico del

idioma por diversas razones que no escapan a uue<otro

ilustrado criterio y

qu ~

las conocéis bien

Una de las caus€1s qu1 en mi concepto obstaculiza el normal desarrollo

del ca! felleno, es la influencia nociva da los día/ectos r egionales y vicios lo–

cales, provenientes de la fusión del castellano con tales dialectos.

impro–

piamente denominados: «Quechua•, «Keshwua•

o

• Quichua• .

Felizmente, se ha dado la voz de alerta; y por fortuna es unn de los

gresatlos de esta Casa , el normalista Cháuez l'il/averde, quien en modesto

pero valioso opúsculo, hace un estudio prolijo de los vicios laca/es de aloa–

nos departamentos del Oriente.

Con objeto de llenar el plan propuesto y llegar a las verdaderas conclu–

siones, haré una síntesis de cómo se realiza esa influencia neuativo, sobre

todo en lt! fonética

y

la pronuncio.ción, al deformar las palabrar castilla–

nas prestadas a los diferentes dialectos.