-44-
·virtuosismo gram'ltical", como acerhdamente dice el profesor Virgilio
Hueso. "El profes or moderno de
lengua materna tiene que ser culto
psicólogo y artista", insiste el Dr. Jiménez Borja.
La composición progresiva donde quiera que se hable y dé interés
al arte, sobre todo el
indígena "de Gramática hay que aminorar los
esqueletos teóricos".
Un excelente medi o de evitar las faltas de pronunciación es consul–
tar la forma visual de la palabra, que acompaña en el espíritu a la forma
auditiva; asi como cuando se lee la forma visual va acompañada de una
sensación auditiva. Mientras se
les enseña a leer y escribir a lo s niños,
se
tendrá
los derechos de la léngua escrita, aunque a veces se oponga
las de las habladas con varied ades de vida y color y que describa cosas,
que vé y las descnba en su yo".
DP.
gran f0nd o psicológico y
esenci~lm ente
pintoresco sería el em–
pleo de material de lenguaje dialogado con el maestro o hacer las com–
posiciones de
temas lugareños y exitr.ndo la vivacidad del interés como
medio de corrección con las in sinuacione hechas por el profesor Hilario
Sanz, como escenas de artes y oficios regio nal es para el lenguaj e; des–
ct"ibir el zapatero, sastre, tejedor y la primitiva máquina deltejer, curtido–
res; fabric ación de tejas y ladrillos que cons tituyen distracción espiritual
por los elementos multiformes y por la policromía del matiz; la siembra
Y
la cosecha, y en ge neral todo género de escenas campestres que son
un rico venero de explotacion de temas senci ll os de: composición
es–
pont¡¡nea según las regiones y que son preferentemen te atendibles, no
así los temas impuestos, que resultan fríos y de ningún valor vital para
los niños de la campiña que necesitan a la vista estímulos típicos que en
primer término susciten la comp0sisión, es decir, el lenguaje y su correc–
ción expresiva.
Las láminas que se les presente a la vista para que realicen una
composición, por ejempl0, deben encarnar motivos Cvnocidos y fami–
liares para ellos. Así suponiendo que se muestra al niño campesino o
rural cuádros de Sabogal, los no menos interesantes de Camilo Bias,
como "La trilla", "Cruz-vilacuy" o cualquier Gtro cuadro de Julia Codesi–
do, no alcanzaríamos a comprender la fuerza P.Stimul ante que tienen esos
cuadros, su gran sugestividad poética y la liberalidad en la <>xpresión de
de que harían derreche por ser vividos por ellos, lo que equivale a decir,
relacionar al sujeto ampliamente dentro de su fuero interno, el
idioma y
su psico-geografía.
Hecho estos trbajos de composición espontanea, se hará un resumen
oral con el objete de llevar a cabo la corre cción integral del vocabulario,
palabras mal dichas o empleadas, y por fin escribirlas e ilustrar con dibu–
jos necesarios a juicio del profesor para cumplir con la elocución o algu–
nas canciones que despierte interés sui generis en ellos.
Para concluir, debo decir que el valor de la Ortofonía puesto en lu–
dla frente a la infh1encia negativa de
los dialectos, debe contemplar dos
aspectos fundamentales: entera corrección de la pronunciación y escritu–
ra, y la destrucción de las peculiaridades fonéticas; el sentido de algunas
palabras, la cadencia o soniquete de entonación que son motivo de
ge~to