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del Sol fn los lu gares más eminentes y altos . .... .y si cerros
o sierras no h3bia naturales, por Eer la tierra toda llana, man–
daba hacer los altos de tierra junta mucha .. En el cerro o sie–
rra natu ral o hecha .. la forma del templo de esta manera se
ordenaba: Hacía>e una cerca de pared muy gruHa y redon–
da . . . .. dentro de aquella y apartada por alguna distancia, se
ediñcaba ot ra .... y la prstrera ya era en lo postrero del cerro,
que era suelo llano .. .. Allí, en aquel suelo llano edificaban
cuatro cuartos en cuadro .... Dentro de aquel cuadro o cuartos
estaban Jos altares ...... Tenían en el templo dos grandes por-
tadas ... ... A una parte del templo había cierta pieza como
oratorio, hacia la parte del Orien te donde nace el Sol, con una
mural la grande y de aquella salía un terrado de anchura de
seis pies, y en la pared había un encaje donde se ponía la
imagen g1 ande del Sol . . .. Esta ponía cuando el Sol salia en
aquel
enc~je,
las mañanas que le diese la cara al Sol y des·
pu es del medio día pasaban la imagen a la contraria parte,
en otro encaje, para que también le diese, cuando se iba a po–
ner, el Sol de cara"
(1).
Es evidente que el Obispo de Chia–
pas se refiere especialmente a los templos de la Costa, qui zás
al del Sol de Pachacamac, pHo en su descripción se encuen–
tran particularidades muy notables, que conviene retener.
Morúa describe así Coricancha: «Tenia el templo mayor
que estaba
en
el asiento y lugar donde al presente está el
convento del Señor Santo Domingo, que se llama Corican–
cha . . ..
m
sitio cm.d rado de esquina a esquina, un tiro de ar–
cabuz. La cerca de piedra con cuatro puertas •• .. . .y en
medio de este dicho templo había una capa de tierra y pie–
dra macisB, l'fquinada, la cual se iba angostando, a manera
de pirámide, salvo que fenecía en un cuadro de hasta ocho
o diez bnzas, tenía ciento diez gradas para subir a lo alto
(2)
Encima de este cuadro había dos altares, y cada uno
tenía su capilla"
(3).
Las casas
y
Morúa (4) son los únicos autores que nos
hablan de que el ídolo Solar estuviese colocado en un
lu–
gar alto, el primero-es verdad -se refi ere más bien a Jos
templos de la costa, cuya forma es bien conocida;
(5)
el se–
gundo habla expresamen te de Coricancha. ¿Será verídico
(1)
.!:as Casas.
De
las
a.n r,igua.~
gonte:1 del Perú. Madrid, 1892,
p(tg!:l,
ü6-li8.
{2)
U,.iel Garcia.
Gura.
Hist6r!co-ar'tística.
del Cuzcn.
Lima. 1925
1
pág.
62, la. att.ura dtj
~:~eis
111etros al
J;~IUro
curvo do Corioaucha;
ahora
bien, si la
;·¡.¡oa!tHa
fue como la del Iuoa· pirca. de cuatro ramas, los L10
br;ctt.lones
(]~
tnm altura de O, ll cada uuo dan seis metros; pero creemos
exagerado
t·l tltímero
de
escalon~s
de Morúa.
(3)
j\1orua.
Op. cit. Vol.
l.
pág. 2.
~4)
Román,
l''ray
Ri.,rouimo.
·rareara.
parte de
ltJ,R
Repi\blicas
del Mundo.
Salamanca M D. XCV, flos .
132
(v) 133 (r)
Esta descrip·
ción e¡;¡
copia.
dt)
la de Las Casas.
(5)
Uhle,
Max.
Pacbacamao.
Filadelpbia 1903, págs. 73·83.