HISTORIA
DE LOS SERVICIOS PUBLICOS DE LA
CIUDAD DE LA PAZ
p o r
VICENTE FERNÁNDEZ Y G.
E
N
todas las culturas y
civilizacion~s
la ciudad ha sido el exponente mas
calificado del pensamiento y de la
comodidad, aunque en las grandes aglo–
meraciones urbanas, modernas, la falta de
espacio o el excesivo afán de concentrar
cuanto de más impoitante existe en la re–
gión o la nación haya dado lugar a conflic–
tos y crisis de todo orden.
Bien visto, una ciudad tiene que brindar
a los habitantes higiene, salud, comodidad
y recreo, todo lo cual
e~ige
la
orga.n~zació,n
y el sostenimiento de diversos serviCIOs pu–
blicos, cuya nomenclatura va en aumento,
a medida que el progreso amplía las nece–
sidades resultantes de la convivencia. La
clasificación de estos servicios excede los
límites de un breve estudio monográfico,
pero se puede esbozar un esquema así:
l.
Saneamiento
y
Servicios Urbanos
11. Abastecimiento
III. Transporte Urbano
IV. Comunicaciones
V. Policía
VI. Planificación
y
Urbanismo
VII. Ornato
y
Recreo
VIII. Economía Urbana
IX. Plantas hidro-eléctricas
X. Previsión Social
XI. Educación Física .
y
Deportes
XII. Espectáculos
XIII. Cultura
·.
XIV. Institutos Militares
XV. Turismo
XVI. Culto Religioso
XVII. Régimen Municipal.
Como es de prever, las discusiones entre
los partidarios de las comodidades materia–
les exclusivas, con prioridad a las manifes–
taciones o formas de la cultura, han sido
intensas aquí como en todas partes; pero
muy poco han advertido, sobre todo los que
propugnan las urgentes necesidades sanita–
rias que el hombre vive de esto y mucho
más; puesto que no es bastante dotar a la
ciudad de alcantarillas, agua abundante y
potable, sino también, y es!o tiene enorme
importancia, mucho de inquietudes espiri–
tuales y medios de cultura que maticen la
existencia de lo que p11reciendo superfluo o
suntuario contribuye a la formación de una
personalidad vigorosa en el marco del pai–
saje de la ciudad.
Porque la ciudad no sólo es el amontona–
miento urbano ejecutado con arreglo a los
principios más depurados y a la experien–
cia sino el escenario donde se realiza la
'
285