Quiiote de la Mancha,
puesto que éste nació
en 1604 y Cervantes había pedido el corre–
gimiento de nuestra ciudad unos pocos
años antes: en 1590. Su solicitud fué, em–
pero, d·esestimada por el Monarca, nora–
mala para la América toda, por Decreto
Real de 6 de junio de 1590.
ALONSO GARCÍA REMÓN. Militar de mu–
cha reputación en las guerras de Flandes
e Italia. Vino al Perú y se casó con una
bella limeña -Luciana Centeno-. Desem–
peñó antes los corregimientos de Potosí,
Chuquisaca y Arica. Se posesionó del de
La Paz el año 1597 y a los dos años eelebró
los famosos funerales a la memoria de Fe–
lipe 11, gastando mil pesos sólo en ceras
y
lutos. A su fallecimiento, su viuda y sus
nietas se hicieron monjas de Santa Clara,
en "Lima.
ALONSO DE TAPIA. Es uno de los pocos
corregidores nacidos en La Paz; hijo
del boticario Pedro Tapia y de doña An–
tonia Ruiz; no fué muy destacada su labor,
pero bajo su gobierno, el cabildo de La
Paz elevó un memorial pidiendo la erec–
ción del (')bispado de esta diócesis.
BERNARDINO HERNANI BoNIFAZ. Tomó
posesión de su cargo el 9 de septiem–
bre de 1615. El episodio más interesante
de su gobierno es el que se refiere a la
recepción de 6 salvajes de la tribu de los
chunchos
que causó mucho alboroto en la
población y fué tema de comentarios por
mucho tiempo. El corregidor Hernani y los
cabildantes salieron a recibirles hasta las
afueras de la ciudad; se les cantó un Te–
Deum, haciéndoseles muchos obsequios;
todo esto debido a que el mestizo Diego Ra–
mírez y el cura Gregorio Bolívar conven–
cieron a las autoridades que los así agasa–
dos eran jefes de las nuevas tribus que ve–
nían a rendir pleitesía al rey. En otros
aspectos, Hernani fué autoridad diligente
a quien se debió el ensanche de muchas
calles. Le mereció un gran concepto la so–
ciedad de La Paz a la que llamaba: "pueblo
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sano de cuerpo y limpio de alma". Estuvo
casado con doña Juana Rivero y falleció
el año 1640.
FRANCISCO ALDERETE MALDONADO. To–
mó posesión de su cargo el 22 de diciem–
bre de 1621. Era natural de Extremadura.
En el ejercicio de su cargo organizó tres
días de fiesta, celebrando la coronación de
Felipe IV, en medio de las cuales fué pro–
clamado y jurado el Rey en las plazas de
Churupampa y San Francisco. "Bailarines
indígenas con sus mojigangas, dice el Pres–
bítero Aranzaes, que se conservan desgra–
ciadamente hasta nuestros días, convirtie–
ron en ruidosa la fiesta". Su gobierno fué
perturbado por el alzamiento de indios de
Challana, Zongo y anexos. Los preparati–
vos bélicos para someter a los alzados fue–
ron grandes. No obstante, el meritorio Pa–
dre Bernardino de Cárdenas, paceño, más
tarde obispo del Paraguay, se propuso apa–
ciguarlos él solo y volverlos al estado de
paz y tranquilidad, y a fe que lo consiguió.
ANTONIO ToRRES DE MENDOZA. Sevi–
llano, establecido en La Paz y casado con
doña Beatriz Bonifaz Ocampo; a este fun–
cionario se le debe el trabajo del puente de
la
Riverilla
sobre el río
Meiahuira.
Él y su
esposa hicieron importantes donaciones de
joyas y dinero a los jesuítas para la funda–
ción del Colegio de la Compañía.
ALoNso DE MoLINA
Y
HERRERA. Ara–
gonés. Tomó pos·esión del cargo en 1646.
Refiérese que durante su gobierno, se d·es–
prendió, con horrible estrépito, uno de los
farellones del Illimani, matando indios y
arruinando sementeras. Y como en otras
ocasiones, las gentes acudieron a las roga–
tivas para calmar la ira de Dios, actos re–
ligiosos a los que concurrieron el alcalde
y el cabildo en pleno.
GoNZALO DE VALLADARES
Y
SARMIENTo,
(Vizconde de Felifinanes). De carácter
bastante irascible. Por un altercado con el
cabildo en plena función religiosa, fué san–
cionado con la multa de 500 pesos, por