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Biblioteca Humanior
La primera parte del cometido, sin embargo, ya
tiene un enérgico, aunque somero desarrollo, en el curso
'
universitario que el P. Rubén Vargas Ugarte dictara
y luego publicara, en
1939,
en la ciudad de Lima. Las
causas del retraso de las ·ciencias históricas son, según
esta obra no exenta
-
entre otros méritos
-
de valor
moral, las siguientes:
1
o,
falta de vocación para el tra.–
bajo lento y paciente del erudito,•
2°,
tendencia a con–
vertir
la
historia en género literario;
3
o,
escasa atención
prestada a la crítica;
4
o,
ouriosidad excesiva por lo bri–
llante y lo anecdótico, más que por la unidad de un
período histórico y
5°,
abuso de las falsas síntesis, que
son a menudo meras generalizaciones pseudo-filosóficas.
Habla el concienzudo Autor de su pueblo, por ser pe–
ruano, pero es obvio que la prédica se aplique legítima–
mente a todos los historiadores·
sudamericano~,
así
como, en general, a los que han tratado la historia pe–
ruana antigua después de Prescott.
De los cinco enunciados del ilustre escritor limeño
puede afirmarse que realmente tocan el fondo de otras
tantas llagas. El primero se refiere a la necesidad de
que, sea cualquiera el tema a tratar, quien se dispone
a hacerlo tenga el valor de consagrarse por entero y
durante muchos años a asegurarse el dominio de todas
sus correlaciones, facetas y relieves, mientras es un
hecho conocido que tanto el escritor como el lector carecen.
hoy por ·hoy de la capacidad de atención indispensable
para mantenerse más de un día, o de una semana como
máximo, sobre un único punto obscuro (los puntos