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.~

presentaba entonces

y

les señalaba la parte de tierras que

desde ese momento quedaba entregada a.sus cuidados.

-

*

La conquista española

Pl!SO

fin a este estado de cosas;

pe–

ro desde el siglo XVI los quichuas adoptaron una costum–

bre pagana, que sobrevive aún al cabo

de

'tantos años de

cristianismo. Según ellos, su finalidad era asegurar la unión,

la. felicida.q.

y

la indisolubilidad del matrimonio.

· El indio sólo conservaba la ·esposa a-1 cabo de haber pues–

to

a prueba -=durante un tiempo más o menos prolonga–

do-- su carácter, su afecto

y

sus aptitudes para las labores

domésticas

y

agrícolas. Este ensayo se denominaba

pan–

tanacu.

El galán que había puesto los ojos en una joven -iba a

pedirla a los padres.

El

jefe de la familia le revelaba enton-

- c·e:s, francamente, las faltas

y

defectos

de

la muchacha pre–

tendida, a fin --de que el novio procedi·era en seguida con

conocimiento de ·caüsa

y

no tuviera luego derecho a que–

jarse. Si, no obstante ·el cuadro pesimista, el galán _persistía

en su deseo, su demanda ·era aceptada en principio; pero

debía regresar unos días más tarde con una carga de leña,

una hucha de paja

y

una jarra de chicha.

Esta ofrenda, que al mismo tiempo era un testimonio·

de .sumisión al futuro suegro, le valía esta. frase: "He aquí

mi

hija, ponla a prueba. Pero no olvides .que si se porta mal

contigo, no _será sino tu culpa, pues te he dicho sobre ella

toda la verdad".

Al cabo de algunos meses,

y

aun de varios afias de vida

'en común, e.l buen hombre se decidía por fin; ·contento con

'su compañ·era,

ha;~ía

bendecir su ma·trimonio por ·el cura,

pero

en el caso de .que estuviese disgustado con la mujer,

la ha;c1a regresar sin más a la choza paterna. La abando–

nada

permanecía aHí hasta que otro la requiriera para un

nuevo.

e~ayo.

Actualmente .·esta inmoralidad no se encuentra

ya

tan _

generalizada, aunque

~o

ha sido del

tod~

desarraigada, co–

mo

se verá a continuación.

.Exist!a también otra costumbre, practicada, por lo de–

más, por todos los pueblos salvajes o apenas civilizados: el

rapto obligado de la espo:sa. En

1880

era a;ún costumbre en

la zo:Q.a costera entre los pescadores al Sur de Lima. Apenas

el pretendiente ·era aceptado en un

ho.iar,

llevaba a

sus

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