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nada, provisto de eintas
y ·
campanitas; su modo de reposar
cuando se sientan en el suelo; por fin, su atropellamiento
en el momento de salir de víaj.e. Todo esto se ejecuta según
un ritmo lento o precipitado, que,marcan ·las cuerQ.,as de un
violín
y
el ta·conazo de los pies.
·
.
r
Envueltos en un po_ncho color castaño, con un "chullo"
y
bufanda de brillan
tes
colores, un grupo d·e graves pastores ·
vigila a las danzarinas, guardianes despiadados de las tier-
/
nas pastorcilla.s. Si a1gún tunante llega a rondar alrededor
de
e~las,
se expone a recibir en las piernas ·el proyectil pé–
. treo de una honda certer·a o
ias
tres balas de plomo de una
boleadora.
Naturalmente, los muchachos de la aldea tien·en tam–
bién sú papel en lá
masc~r.ada.
El grupo más numeroso es
evidentement·e el de los "diablos". Un pedazo de piel fresca
de carnero o de llama, con
hi
lana revuelta e hirsuta, salvo
én la parte -que sirve de máscara, la ·cual está medio pe–
lada, les -cubre toda la cabeza. Disfrazados de indias, los
_jóvenes. t!atan de deformars.e lo más _posible; algunos lle–
van los hombros torcidos gractas_a .un fuerte ligamento que
los incli1.1a de un lado; otros c-ojean ·o caminan con las pier–
nas dobladas; muchos llevan una, dos
y
hasta tres jorobas.
Se mueven con torpeza
y
bailan en rondas al compás
de .varios violines. De vez en cuando lanzan salvajes aJari–
dos
y
azotan las pantorrillas de cuantos sfe .·burlan de epos.
Entre dos series de ·cabriolas, tienen ·el dere·cho absoluto de
penetrar donde .se les antoje. De
e.~.te ~modo,
inyaden cual–
quier casa
y
se apoderan de cuantos objetos juzgan conve–
nient·es~
.
•.
- El cinismo de sus gestos
y
sus palabras. es ·en todo pun·
to diabóUco,
y
las -gentes -honradas nuyen
d~spavorecidas
de
estos .sátiros.
/
·otra gavina de bufones -reprod:u·c·e los disfraces leg-en–
dari-os de los nobles incaicos, adoptando -di.ferentes figuras
de animales. El primer lugar; :tenemos
~ a - ·1os
taurukas.
El
hombre se introduce en ·la piel -- en·tera.-: de ::un ctervo o un
carnero cazado en las -s·elvas .
vírgen~s,..:.. y. .~esta
funda es en
se~ida
cosida sobre éL·Este rebaño humanu desfila por las
canes
y
re·corre la plaza imitando los ·movimientos de las
fi-eras: su andar, su reposo, su modo de mordisquear las
hierbas, sus actitudes de alerta
y
sus fugas súbitas. Con
un bastón en la mano, caminan cadenciosamente al com–
pás de una mandolina que los precede.
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