Table of Contents Table of Contents
Previous Page  141 / 430 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 141 / 430 Next Page
Page Background

/

r

Desde 1a víspera, las reses son· conducidas a un lugar

s·eñalado y encerradas en una media luna o amarradas a

los árboles.

P~equeñas

guirl)a'ldas y cintas de todos ·colores

les adornan

lo$

cÜ,ernos.

0

Junto a la,s be&tias, los indios vela;n toda la noche, no

para impedir una páslble fuga, sino para nevar a · cabo 1a

ej-ecución de un rito pag.ano bajo formas ·cristianas. En efec–

to, los asi-stentes inv'ocan ·tres patrones: San Lucas,

po~que

se

le ha v¡sto en

imáge~·es ~con

un toro; San Juan Bautista,

seguido siempre de uh cordero, y San Santiago el Mayor, que

;es representaqo a 'ca;ba,l,lo. lPor estas ·razones se les honra

como .protectores

dé ~

los rebaños. ¡

Pe~ro

cuán impregnado se

encuentra su culto

d~l

espíritu incaico!

Convencidos, tal como sus antepasados, de que la

epi–

zootia que diezma los ganados

se

'depe a los genios ma}.éficos

de las m-ontañas, los modernos invocan, para· combatklos,

a los santos del Paraíso, tal como sus abuelos recurrían al

'

.

Sol

y

la Luna. Entre ·cada oración, más o m·enos espaciada,

. los trasnocha·aos vigilantes se agrupan alrededor de1 fuego;

algunos, en ·cuclillas, fuma·!} ·cigarrillos; otros mascan coca

o toman chicha negra; varios bai'lan al son de las flautas

y

-las cornetas de

madera~

los más jóvenes confían . al eco

sus .yaravles tíernos o alegres. He a1quí . una ·mue:stra de

estas

·cancione~ :

"Lluvia, nuviecita, -

ten cuidado, no m·e

moj-es,

-

pues mi

cha~queta

es corta. -

GDanlzo, granicito,

-

no m·e

lance~

tus granos helados, -

pues .mi poncho es

delgado. - Viepto,

viente~cito,

-

no me azotes con tu ali-en–

to, -

pue:s no l·levo sino harapos. -

¡Fiestas, jolgorio, amo–

r·es! - · i·Ah!, para eso caminaría -

a pie desnudo por las

,

espinas.- No me importaría

magulla~rme

los dedos- con-

tra las pi·edras del camino."

~

'Citemos otro de estos yaravíes, que \se adapta admira–

blemente a las cir,cunstancias:

"1

Oh llama, blanca como la

nieve, -

ue todos los días yó conducía a pas torear· a las

praderas, -

a , .qui·en mecí pe-queña en mis brazos!, -

Vú,

a

quien, ya

crecid~ ,

seguía por los caminos. - Mira esta-bella

cinta.

'E:S

par~

ti, -para t.i también este lazo multicolor. --–

Los colgaré de tus orejas 'Para que allí se balanc·een;- pren–

didas a tus orejas como

joyas.~'

Al alba, la música y los gritos de la asistencia ·salu–

dan la salida del sol, tal como los adoradores de hace s-eis

siglos; estallán los cohetes y 1-o.s marcado

re~_

se

apr·es.uran~

·

pues los prime_ros ra.yos del .as:tro

son

los ·más benéficos

136