29 Era susceptible de afinación, mediante ciertos procedimientos,
que corregían su entonación;
39 Se construía en todas las tonalidades, de acuerdo con la tesitura
de las voces, las características de los cantos
y
con disposición especial
de notas, para las modulaciones;
49 Consiguientemente, mar caban diversas escalas, las cuales sirven
hoy para la determinación de los sistemas musicales, conocidos
y
usados
en la antigüed ad ;
59 Existían antaras con escalas ccmpletas, para desempei'íarse por
sí
solas, como instrumentos solistas,
y
también con escalas incompletas,
cuyas notas restantes ll evaba otro instrumento, con el cual se com–
pletaba;
69 Se construían an taras melódicas, con fin es musicales, para lo cual
los sonidos de los tubos llevaban alturas prees tablecidas; como había
otras, cuyas notas no estaban prede terminadas, sino que eran arbitra–
rias, incoherentes, sin finalidad melódica, utilizables únicamente para
marcar el ritmo de algunas danzas, o producir simples ruidos, en la
solemnización de ciertos acontecimientos sociales y religiosos, como
expresiones de fervorosos en tusiasmos populares, o para los
chasquis–
con-eos
que, con tal instrumento anunci aban su salida
y
llegada. EstaE
antaras musicales constaban solamente de tres a seis tubos;
79 L a antara reconoce
tn~s
especies diferentes: a) antaras de una
sola fila, para solistas,
y
de dos a cu atro filas, con escalas completas,
para ejecución colectiva; b) antaras con perforaciones, para d arle
mayor variedad de scnidos,
y
de una sola fila de tubos; e) antaras con
embocadura de picuyllu, en caramillos;
89 La antara era empleada en forma orquestal, con ejecución colec–
tiva, rea li zando una especie de diálogos musicales, con la alternati,·a
constante de notas
y
pasaj es, entre un ejecutante
y
otro, con un sentido
extraordinariamente moderno, sin experimentar dificultad alguna, no
sólo en la ejecución de pasajes intrin cados
y
ele suma agilidad, sino
llevando el compás, con precisión matemática, sin necesidad de direc–
tores de orquesta. Esta circunstancia da motivo para afirmar, que las
antiguas orquestas o bandas de antaras, fueron precursores ele la orquesta
moderna.
En cuanto al uso de la
si?"inga,
par ece ex traño que no siempre se la
empl eó como instrumento musical artís tico; pues, entre los griegos
y
romanos de la antigüedad, no se servían de dicho instrumento sino
fuera para entretenerse en los momentos de ocio, especialmente los pas–
tores, en su vida so litaria y errante. A veces és tos, como sus colega de
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