CAPÍTULO
III
LA ANTARA O FLAUTA DE PAN PERUANA
Es la misma flauta de Pan, sin diferencias substanciales, la que
en el Perú se denomina
antam.
En el período antiguo, es decir, ya des–
de tiempos anteriores al incanato, este instrumento musical adquirió
su mayor impulso y perfeccionamiento, no sólo en lo que respecta a su
técnica constructiva, sino en la amplitud de sus recursos, variedad de
especies, número de tubos, escalas que registra, su afinación
y
maneras
de ejecución individual y colectiva, llegando así a constituir el más ex–
celente de los iastrumentos artísticos, a juzgar por los ejemplares en–
contrados en las tumbas de las civilizaciones preincaicas de la costa
peruana. Esta siringa o antara fué la animadora predilecta de todas las
fiestas y de todos los acontecimientos sociales, políticos y religiosos, tra–
duciendo fielmente la psicología del pueblo, ya en sus victorias y rego–
cijos, ya exaltando sus alegrías desbordantes; ya en sus penurias y des–
gracias, llorando a la par con las almas en llanto; ya en sus plegarias,
elevando su espíritu en alas armoniosas, o en sus amoríos, como fieles
intérpretes del corazón apasionado. Además, la antara es el medio más
caracterizado que nos pone en contacto con aquella vieja y resplande–
ciente civilización, en cuyos vestigios la ciencia y el arte actuales, hallan
motivos de asombro
y
veneración.
La siringa peruana ha tomado diversas denominaciones, según los
. lugares donde su uso se hubiese acentuado más, pasando de una veinte–
na esas denominaciones, de las cuales las más
gener;:~lizadas
son:
antara,
35