Table of Contents Table of Contents
Previous Page  77 / 250 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 77 / 250 Next Page
Page Background

CARLOS CAMINO CALDERON•

.5'

Un seviche de

cañán,

un poto de chicha

con pata de

toro~

y

un

checo de cirgüelas,

es 1o mejor que un viruñero legítimo

pt;ede ofrecer.

Respecto de lo último, en Trujillo se dice:

la cirgüela

de Virú, la más dulce del Perú! ..

.

CAÑAZO.-Así 1laman en Lima al aguardiente de ca–

ñ;;.

de azúcar. En Huánuco se le llama

chacta,

y en los

Departamentos de Cajamarca y _Lambayeque, se le conoce

con el nombre de yonque.

¡

Es un terrible peleador!

El

yo11que

más afamado de Cajamarca, es el que elabo–

ran en Santa Cruz: paradisíaca población de la provincia

cie Hualgayoc donde la mujer no sólo es de mej ores pren–

áas físicas y morales que el hombre, sino que le excede mu-1

chísimo en número. Por cada hombre, hay -lo menos- 43'

mujeres absolutamente lindas y cop absoluto dominio del ló–

bulo posterior de la pitituaria, es decir : a sol-u amente f eme–

ninas ...

En Lambayeque el mejor

yoñque

e$

e~

de Salas, éiudad

que como ya expresé, es

Meca de fa Brujerí-a Peruana, el

Lourdes del

Curande:r.ismo

Nacional.

Según Rórnulo aredes

-~1

R1cardo alma norteño–

e)

legítimo guapo lambayecano debe oler a pezuña, a pólvo–

ra

y

a

yonque.

CAÑON DE HUAMACHUCO.-En una de las fre–

cuentes sarracinas y sanfrancias que· se producían

entr~

los

realistas de Cajabamba y los patriotas de Huamachuco, suce–

dió que los huamachuquinos necesitaban cañones y ¡no 1os

tenían! No los tenían y los cajabambinos amenazaban con

ir, de un momento a otro, a beberles la sangre,

sembrarlos

a

balazos y

pespunteyarlos

a puñaladas ...

No hubo más remedio que aguzar el ingenio para pro–

curarse artillería,; y como los huamachuquinos

~o

son de

lo~

que tienen queso fresco en la sesera, un buen día se presen–

un individuo con una batería de cañones fabricados por

él.

Los cañones de marras

lJO

eran de bronc$_, ni de hierro,

ni de acero. Los huamachuquinos no habían tenido nece–

sidad de saGrificar las campanas de sus templos, · como mu-