CARLOS CAMINO CALDEHON
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dos a ge1íte)
los jugaron
a la pinta
con los señores Itur"regui.
En un periquete, estos señores
les dieron c;apote.
A
los
pobres cholos no les quedó sino el recuerdo de ha–
ber sido
afincáús¡
y
el dolor ele oír decir:
capote co1no
en
Capote)
cada vez que se quería expresar lo que ahora signi–
fica
dar como a rata.
En cambio, a los señores Iturregui les salió una estu–
penda hacienda a la que bautizaron con el nombre
&
"Capo–
ti~".
-en memoria de su hazaña-
y
que ·no habían comprado.
.<1
pellejadas (extensión de terreno que podía rodearse con las
tiras cortadas de un solo cuero ·de res), -ni ·habían pagado a
.sombreradas
(cantidad de patacones de a ·ocho que cabían en
)a
copa de un sombrero).
·' ··
· Andando el tiempo, esta hacienda había ·de hacerse fa–
mosa por ·la hermosura
y
exquisitez de sus zapallos. De
•'Capote" fué el zapallo con que los lambayecanos, reempla–
za.ron la custodia ue se robaron de la iglesia de Chiclayo.
CARACASHU .- \Tombre quechua de una planta cu–
yas espinas, s
on insustituíb1es en la brujería norteña.
·
En
trat<!:
ncle.sede brujos serranos (de Penachí, Incahua–
si, Colaya, etc., dicen que las -espinas de
ca9'acashua
les sir–
·ven para clavadas en
tas
vistas
(
ojGs) del muñeco que con–
feccionan· con una prenda de ropa interior de la persona a
.q1-1ien
de~ean
volver ciega. .
Si lo que persiguen es volyerl?- muda, clavan la
caracas–
hua
en la lengua del 'muñeco.
Si lo
qu~
persiguen es vol–
·v~rla
impotente,
9
tt,11lida, davan la espina en la entrepierna.
· ·P
en .lo? pie.s. respectivamente.
. .
.
.
-Los brujos
.co_steños~,
en lugar de espinas .
~e
icl!rac:aihua
-usan alfileres.
Pero estos
~lf~leres
no producen efecto sino
C!lando empiezan a
>mohosearse.;
asi es que una. vez
clavado
el -muñeco, lo
coloca~·
en
u'npuquio_.
~· bajo
Ún éhorro de :a;gua.
CARBUNCLO.--Animal,
fabuloso~
poco mayor
que
un
zorro,
y
que según observ,ación de los .que lo han visto, lleva
~!l
la
frente un fanal que enciende
y ·
ap.agá. a
vduntad_
Los trujillanos de la colonia, aseguraban que el
carbunclo