CARLOS CJ\MINO CALDER()¡'I
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gó con todo · lo que pudo e hizo la del l11.mw:
~e
fné para
no volver!
Al
Padre Carapulcra
no le quedó sino media docena de
frascos vacíos, una jeringa de hojalata y. . . ¡la 'experiencia!
BULA.-J'el!er más prerrogativas que el marqués de la
bula, era cosa bastante seria.
Ricardo Palma refiere que
hubo en Lima un marqués a quien el Papa Clemente
VII,
expidió bu_la para que se le perdonara seducir monjas,
apa~·
lear frailes y quebrantar ayunos.
Palma no dice la edad del citado marqués, pero estoy
óerto de que el tal marqués, al recibir la bula, tenía la edad
en
que ya los hombres están con la nariz en el ombligo . . .
Y
entonces :. ¿para qué mandas badajo cuando no tengo cam-
pana?. . .
.
:,. : .._.
bibliote<.,
nacional
del perú
J.