CARLOS CAMINO CALOERóN
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Al frente de esa compañía, iba
el
entonces Capitán Don
Felipe Santiago Salaverry. Y añade Palma que cuando toda
el
público esperaba que la compañía ejecutase el acostum–
brado
despejo,-_
una ridí-cula n10jiganga impropia de los hi–
¡jos de Marte- el corneta tocó fagina, y los soldados se dis–
p€'rsaron.
El Capitán Salaverry había roto la tradición, y con
justa causa pues ---eomo lo hizo observar el mismo Bolívar,........_
la patria no pagaba so1dados para pantomimas ...
Naturalmente, el público se sintió defraudado y hubo
una trocatinta
r
de los mil demonios. Pero al fin
cabresteó,
y
del hecho _no quedó sino
la
!rase:-·
¡Despejo, Señor, Despe–
jqJ
-para usatla ct,tando quedan exigir algo a lo que se con–
sjderaban con
den~cho.
DESVENGARSE.~
Verbo de exdusiva fabricación
cajamarquina. Ve
mas
en que circunstancia se usa.
Cajamarquino P rimero -a puro
tramcazo-
hace
morder el ajo
~
Cajamarquino Segundo. Este traga saliva, y
espera una ocasió
favorable para vengarse.
La ocasión se presenta¡ Cajamarquino Segundo muele
a palos,
y
a coces, a Cajamarquino Primero, y queda
venga–
da.
Cajamarquino Primero -a su vez- traga saliva, y
' en la primeréf ocasión que se presenta, vuelve a hacer morder
el ajo a Cajamarquino Segundo, y queda
desvengado!
DIOS, ES GRANDE.-Bl cholo Juan Perleche, se veía
é.lltrancos largos porque no había podido cumplir con el ha.–
bjlitador que era uno de esos lambayecanos que, para tragar–
se a la luna, esperan que no esté en cuarto menguante.
Todo el dinero de la habilita·ción para arroz,¡ se lo ha:bía
tiráu
el cholo Juan en la festividad de la Cruz de Motupe.
Apenas había podido
tapar
unas cuantas h ectáreas, y no ha-
bía cosechado
ni
pá
semía.
'
·Un buen día, se apareció en su cl;lacra un comisionado
del habilitador para decirle que si no pd.gaba, debía ir prepa–
rándose para
entr~gar
el terrenito al habilitador.