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A
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D
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N
hasta a conta-r expediciones que no hizo
(1).
·Podemos
com~
probar por ·nosotros mis1nos que demostró poco sentido crí–
tico
y
mucha fantasía en otra de sus obras qu'e nos interesa
particularmente:
"Essai sur les institutions politiques, r·eli–
gieuses,
économ~ques
·et social·es de
l'Empire des. Incas"
(Parí~,
1874).
Sin embargo, Wiener no merece ser silencia–
do;
sa.beobservar con .inteligenpia y nos ofrece observacio–
nes- vivas.
Por el contrario, el folleto de
J~
de N'eltray:
"Fouilles
et voyages au pays des Incas"
(Sens,
1886),
está ·desprovisto
de. interés.
.
(
Los escritores franceses de la segunda mitad del siglo
XIX .q'/,C.e
no·- ·,_.,.,c
-
e
~spa_gnole"
¡y¡y·•-w-*'· ....
\l-",!~
·9J.neau Pérou" _
ce",
París,
1884,
·tutions sociales
des Fosses,
"La ·civilisatioR de l'ancien Pérou" ("Revue des
religions";
Angers,
1896).
Por el contrari,o, encontramos. ána-
,
lisis pen
1
etrantes, pero parciales y .muy incompletos, en· el
tomo
18
de
la
''Géographle Universelle"
(París;
1893),
y e_[
tomo 4 de
"L',Homme et la Terre"
(París,
1905),
de E. Reclus.
\
En fin, entre los arqueólogos· franceses, citemos al Marqués
dJe Nadaillac, ·que ha: estudiado la
"Amérique préhistorique"
(París,
1883).
En la misma techa que· el
"Essar'·,
de Wi.ener, aparecen en
español, en Lima, el
u
Diccionario histÓrico-biográfico" de
M. de Mendiburu, que trata ·del imperio .de los incas en un
apéndice, simple resumen de los comentarios de ··
Gar~ilaso
· /
.
(1)
"The Islands of Titicac'a and Coati",
cap.
r,
!N.os13
y
46.
-52-