EL
IMPERIO SOCIALISTA DE LOS
INCAS
ción. El inca tenia el der·echo de gracia, como lo prueba el
d.esenlace del drama
Ollantay
(
1).
Los adivinos
y
los exorcistas podían ser llamados a
pronunciarse sobre la inocencia o la culpabilidad del acu–
sado
y
se
·empleaba la tprtura para arrancar conf·esiones
(2).
.
1
Inspectores especiales aseguraban el con_trol; _ re·cor_rian
el imperio, informándose de las faltas cometidas
y
las
san–
ciones aplicadas,
y
elevaban .al monarca-un infor
4
me detalla–
do.
En
cuanto
a
las estadísticas, eran dirigidas al
tucricuc,
.
que las hacia llegar al poder central.
,
"
Las
penas diferían según que se aplicaran a la masa del
pueblo o a la
t ·t
-
eralmente
más
suaves para
La
segunda que
la primera;.
clonado
...._.. ...
~,
ndio
or-
rejón. Este
privHegio de
1
e
.a· vista, no
se explicaba
O'
e
a conquista
y
por ·el "dere ho del más fu rte"; rep :saba sobre una base
psicológica. El sufrimiento
es
una eosa subjetiva, y un deter–
minado ·castigo que parecerá insignificante a un hombre
grosero, será demasiado penoso para un espfritu cultivado. "
El prim·ero, por ejemplo, será muy poco sensible a la c·en–
sur~,
mlentras que el
s~egundo
quedará muy mortificado poi'
ella. Cabo di·ce, en términos a·caso excesivos, que la repro–
ba~ión
pública era, para un inca de sangre real, una pena
más terrible que la muerte para un indio -vulgar (3).
De manera general, los castigos -eran muy rigurosos
(1)
Véase má.s adelante, p.
362.
,(2)
Aunque tP;re.c;cott 8if1rma lo contrario, "Historia", trad. fr., t.
1,
cap.
2.-
V. Cunow,
"Die Soziale VerfaSsung",
p.
116.
(3) "Historia", lib.
12,
cap.
26.
.Leadbea.ter pinta esta
nientalida~
en
términos !elioes.
"La
vigilancia incesante en el cumplimiento de los de–
beres públicos se obtenía no tanto por efecto de la ley como por un sen–
timiento que era universal en la clase gobernante, algo semejante al sen-
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Imperlo.-20