E L
' I M P E R .I O
S O C I A L l S T .
A
D E
L O S
I N C
-A
S
Por eso, deber·emos corregir
y
completar las inc:Hcacio- .
nes de
1~
escritores
europ~os,
apelando frecuentemente
tanto a la .arqueología como a la etnolog!a. ·
· Lo cierto ·es que las crónicas de los siglos -XVI
y
~VII
siguen siendo. las fuentes más
impo~tan
tes . de la historia
'
..
de la. América precolombina, p'ero es necesario indicar de
'
antemano c·<?n qué
,:~_spíritu -ca~
viene.
~bo~d~r . ~u
estudio.
Los españoles tuvieron, a no qud.atlo, muchas dificulta–
d-es para ·comprender a. un pueblo.
~an difere~te d~l
.suyo;
nosotros tendre;qlOS qu_e ·tomar ·en cuenta
su
mentalidad. Evi–
tar•emos así, a la vez, criti.car con ligerez·a instituciones pe-
.
-
'
ruanas que los cronistas ha:n explicado mal,
y
formular sobre
estos ·cronistas mismos juicios sumarios desfav-arables.
Re~
corda~·emos,
or ejemplo, que 1
· S G
m nÚiad:eS agrarias exis-
.
~
.
..
.
'
tían en ESpa -a
·
.de a
·
t
e
s
toriadores,
se-g,
~e s~
propios conocimieD:tos.
El
tos~.o
·soldado o el monje crédÚlo .n9 podían apreciar las
instituciones social·es como el_jurisconsulto que ejercía
f~n-:ciones d·e ·corr·egidor -en ei Cuzco o en Potosí. Deberemos, pues, ·
•
.....
'
•
~
1
...
atri'bufr ·a cada · autor un coeficiente de instrucci(>n. Pero
está :instrucción·.misma no
~eja
·de
pr·~sentar
inconveJ:?-ien–
tes: -la manía
dé
las comparaciones con los griegos
y
los
romanos es tan ·exag·erada en ciertos' cronistas, que
f~ls~~
a veces su juiciO·. E$ vano·
in~ento
t:l <}e
quér·~r
medir la civi-
/
lización . americana en
Üt
escala de nuestras civilizaciones
~
.
'
.....
mediterráneas
(1).
A los
~b.stác~los
·
n~cidos
de la incompr·en.sión se agre-
,
~
~
.
.
-
.
.
(1) .Esta manía ha persistido largo tiempo: e:ti 1825, O. Leary, ·secre .:.
tar~
de Bolívar, escribía refiri-éndose al ·Cuzco: "'Manco·Cápac fué su
Rómulo; Viracocha, su Augusto;
Huáscar~
su Pompe'Yo: Atahualp-a, su–
CéSar; Pizarro, Almagro, Valdivia
y
Toledo son los .hunoá, ·'los godos y
-17-
Imperio .--2