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L

o

u

I

S

B

A

u

D

I

N

subsistir

(1).

Encontramos una confirmación en nuestra ma–

nera de ver

·e~

el

sis~ema

adoptado en nuestros dias en la

r egión de Casta, del Perú. El obj·eto del trabajo, en este ca–

so un canal,

es

dividido en un número de

tupu

igual al de

t rabaj ador·es, pero de •extensión variable según .las dificulta–

des d-e1 terreno y según la edad y las fuerz·as de cada uno·. No

se trata,

pues,

de una ,-medida fija (2).

Este

modo de -distribución

por

tupu

muestra que, en rea–

lidad, la ·Comunid.a<!

~es

atendida primero, ya que su parte

debe ser igual al número de sus miembros multiplicado por

la superficie del

tupu

necesaria para

hac.er

vivir a cada uno

de ellos. El ·sol y el inca obti·enen el resto: el excedente del

suelo dis onible .

Hay

e

ta

-p

Y tic

•agraria una curiosa

analogi:a

e ·P.l

o

:en Marrue-

a última palabra de

>.

;-.Aa~

ol"lA 'e ~el

sol

y

el in-

,

.

· •O

que ¡parece, s1n

nstancias. Por

e}emplo, /e

ores

de

los

templos, el ·culto recibe la

, mayor parte; por el contrario, en la· V·e-cindad de las plazas

fuertes, es el Estado el que resulta

f~

vorecido.

Garcilaso anota que la parte d-el inca c-onsiste, si·empre

(1) "De la -orden que los Indios tenyan ... ",

p.

102.

-

(2)

Tello

y

Miranda,

"Wallalo",

p.

533.

Me.

Brlde estima que el

lote

actualmente atribuido al jefe de lfamlliá al hacerse los repartos pe–

a:lódlcos en Jas comunidades bo11vianas

es

de

24

acres

más

o

menos

("T h e agrartan communities" ,

p.

6).

En la tentativa socialista realizada

en Ohina en el siglo

XI,

\las

tierrf\s se repartían

anualmente, recibiendo

un l ote cada grupo compuesto de

10

.fam1lla.s (Caubert,

uun essai de so–

cialisme en Chine au Xle. siecle". uséances et travaux de Z'Academie des

Sciences morales et polttiques",

1895,

p.

7

63).

(3)

[Jos

funcionarios del ·protectorado

calcu:la.n

en cada provinCia el

'00-n-eno

necesario

a.

la

subsistencia

de

un

a. tienda;

cuentan

por

término

m edio

10

hectáreas de terreno cUlti'vable

y

10

hectáreas de terreno de

cafiada: esto es el equivalente del

tupu

de los quic

huas,

y,

notémoslo,

es una u

nidad vM-ia.ble según el grado de

fertllid.ad

del terreno. Multi–

plica.n.do

esta unidad por

eJ.

número de ti

endas de

la tri·bu, se obtiene

la suped

leie

de territorio que esta tribu ha de conservar obligatoriamente.

Sólo

el excedente -quelda

disponilb

le

'y

puede ser camprad.o por el Pro–

tectorado

(L.

Ba.udin,

" Le

régf.me

des terres au Maroc et

la

colani.sation

trancatse". "Revue des sci

ences po

litiquea",

a'brtl

de

·1926,

p. 203).

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