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El tratamiento de las fracturas era conocido por los antiguos
pueblos indígenas de América, por la frecuencia que se produ–
cían
y
lo tangible de estas lesiones. Los aztecas tenían los · ' ' compone–
dores de huesos' ', llamados : ' ' teomiquetzani' ' (
1 ) .
E igualmente los
quichuas o antiguos peruanos, los guaranís, los pilagás y los arau–
canos. Nuestros ''diestros'' no debieron aprender mucho de los es–
pañoles, pues, a su llegada la cirugía menor y la patología externa
estaban muy desarrolladas en este aspecto. Los mayas, por ejemplo,
conocían la práctica delf enyesamiento, sólo que lo hacían mezclando
hierbas y resinas que aplicaban sobre la "quebradura" en forma
de emplasto, antes del "entablillado", el cual emplasto se induraba
o solidificaba hasta la consistencia del yeso al cabo de un cierto
tiempo. ''También hacían uso para la curación de las fracturas, de
tablillas y bizmas. Tiraban primero de lof? dos segmentos del miem–
bro fracturado, para colocar los fragmentos en su sitio; en seguida
aplicaban bizmas sobre el lugar de la fractura, y luego colocaban
las tablillas alrededor atadas con cordeles o ''bejucos'' (tallos resis–
tentes y elásticos). Fra Bernardino Sahagún dice algo que nos .in-
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Tal como entr
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a usándose el procedimiento de
la contención de la fractura por medio de "cañas (Arundo donax) ' '
y
emplastos. Estos últimos se hacen de "hojas pisadas de solda–
quin (
?) "
o de "santa maría-yuyo (tanacetum bahamita o balsa–
mita?)" o de "sangre de hombre con clara de huevo" o, también,
de ''semillas de zapallo molidas con pes''.
En algunos casos usan "la algarroba verde pisada con sebo de
cabra". La "algarroba negra o blanca (Prosopis nigra o alba)"
es una leguminosa que contiene: agua, glucósidos, almidón, celulosa,
pentosanos, sustancias, nitrogenadas, sustancias grasas y yodo (
3 ).
También emplean los "emplastos" de "hojas de jarilla (Larrea
(1) MAMÓN PARDAL:
Medicina abori,qen americana.
(2)
M.
SOTO-HALL:
Breves apuntes sobre la· medicina, la cirrugía, la hiaie–
ne y la terapéutica entre los mayas.
(3)
CrRo
T.
RIETTI:
Composición química y valor nutritiv·o de la harina
de
algarroba y del patOIJJ.
II volumen de la S. A. de P. R. del N.