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206

divaricata"

(1)

o de "tierra cernida con huevo y azufre, hasta que

despegue solo'' o de ''huevo y harina'' o de ''harina de porotos,

huevo (clara)

y

azufre''.

En cuanto a la ''quebradura'' como hernia, convendrá recordar

lo que decían al respecto los cronistas de la época. Dice de ella, Fray

Reginaldo de Lizárraga: ''Oí decir al P. Gaspar de Carvajal que

siendo muy enfermo como también le .ví para expirar de esta en–

fermedad, fué a tomar unas novenas

y

las tuvo en aquel convento

(Nuestra Sra. de Guadalupe)

y

al cabo· de los nueve dias se halló

sano y salvo de su quebradura, como si en su vida no la hubiera

tenido y nunca más padeció de

aqu~lla

enfermedad"

(2).

Generalmente este mal afecta a los niños de tierna edad. Son

esos niños llorones que han sido defectuosamente atendidos del om–

bligo durante el nacimiento, y a quienes se les ha cortado dema–

siado largo el cordón umbilical. De lo que resulta una procidencia

en forma de hernia que ellos llaman ''quebradura del pupo'' y aún

"mal de pupo" para involucrarlas dentro de la patología general

de este '

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En la

ración hay

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en que se "sa

ó

e rastro' , cicatriza

y

cura también el

ombligo proce ente . e niño. Tanto 1a punua como el quimili son

dos plantas, en las cuales, la cicatrización de cualquier herida se

efectúa rápidamente. P 'or eso son elegidas para esta cura mágica.

La receta que hemos comentado suele tener algunas variantes que

agregan a su virtud (

?)

un colorido simple y pintoresco. Ellas se

refieren a la forma ''como actúa la tía del enfermito''. Casi siem–

pre lo hace trepada sobre el techo del rancho. En esta colocación

toma la

criatur~

en sus brazos

y

la entrega a la madre, teniendo

cuidado de que vaya la cabeza del niño hacia abajo. Después que

lo ha entregado, ''saca el rastro en la hoja o penca (que es el tallo,

realmente) del quimili ".

Otro procedimiento consiste en "hacer un tajo en la cáscara de

la tortuga para que sangre, untando esta sangre en el pupo con el

1

(1) Vicente

Paz, obr.

ya c1t.

(2)

FRAY REGINALDO DE LIZÁRRAGA:

Descripción Colonütl,

pág.

53.