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lo menos una vez oada año, proowr.amdo comuilgar siempre
que esto se hiciere, teniendo en cuenit:.ia, además, qu.e ha de
oo!!fesair uno
tall1tas
vece:S cuanitas adviTtiere estair en peca–
do mcwtall, [537] lo mismo qiue siempre que uno se viere
en peligro de muerte o penOO!re que, por verse en una situa–
ción critioa, pudier:i morir. Hemos, pues, de procll!I'ar confe–
sar
OCIO
frecuencia, a fin de que nruestra alma pueda encon–
trarrse siempre limpia y ,libre de pecado, pues es difícil. ql!le
se confiesen bi!en 1los que ranamente se confiesain.
D.-Te voy a preguntar ya, por último, una c<IBa: ¿Qué
obras nuestras son a los ojos de Dios
113!5
mejoc~
paxa dar
satisfacción .por nuestros peoaick>s?
[538] M.-Se reducen a tres, que son: la oración, el
ayuno y la limosna, según le enseñó el Angeil San Rafael a
Tobías. Y por esta razón, como quiera que él hombre tiene
un cuerpo, un ahna y bienes de este mundo, 1resulta que
por
la ovación ofrece a Dios los bienes que COIOOUI'!'en
en
SU
alma,
por
el
ayuno los de su cuerpo, por ·la 1imosna, fin3i!mente,
los bienes externos. [539] Bor
18JS
pailabra;s "oración de .
Dios" entendamos lo mismo el oírr Misa, que el !I'ezo de los sre–
te salmos y del oficio de DifU10itos;
por
·el ayuno se entiende
toda mortificación del cuerpo (cilicio, dis'Ciplina¡s, acostairse
en el suelo, peregrinaciones, etc., etc.). La
~imOSllfa
represen–
ta toda buena obra_de miS'ericordia en favor <l'etl prójimo
pcn;
amor de
Dios:
-[540] D._:_¿ Qué ha de hacerse paria gt.iJarrdair rectamen–
te el precepto del ayuno?
M.-Comer una sola vez
al
medio dí·a, pero no huevos,
carnes ni leche, aunqrue estas cosas pueden comers·e con au–
torización del Samto Padre.
D.-¿ Y qué es mejor: saüsf.acer nosotros por nrosotros
mismos y oon estas obra:s
-a
Dios o ganair Indulgendas?
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