[534-536]
dos cometidos a partir del Bautismo, a cambio de una peque–
fra
pena
que nosotros hemos de pagar en este mundo o en el
PurgaJtorio. El segundo estriba en hacer que si nosmros go–
zamos una vez de la gracia de Dios y fuego la hemos
perdi–
do
poc
el
pecado, nos sea devuelta aquella gracia primitiva
en virtud de este Sacramento. El tercer
gran
favor que
no~
reporta es lev;a.rniairnos 4a Excomunión, si es que estamos
amrurrados con sus Jazos. Y has de tener muy en cuenta que
la excomunión
-es
un castigo gravísimo, [534] puesto que
las waciones de nuestra Santa Madre ilia Iglesia
Il!O
tienien va–
lor. para
l~
excomulgados,
a:sí
como tampoco pueden éstos
comunicar con 1os cristianos
ni
ser enterrados en sagracl).
Pues bien, este Sacramento nos lib11a de tan grave castigo,
siempre que se tmta de confesores que han recibido d'el Obis–
po o del Santo P.aidr<e facu!litad para esto. Pe:r.o esta absolu–
ción de la excomunión pueden darla, aun sin este Sacramento,
los PI'elados, pero no los Sacerdotes. [535] La cuairta. ven–
taja de este Sacramento es que nos pane en disposición ,de
recibi•r el t esoro de las indulgencias concedido por el SaJnto
P.adre.
D.-Y 48!5 mdulgencias, ¿qué cosa son?
M.-La mdu[gencia es un don de Dios, que loo
cristhmos
reciben de manos de Sus Vicarios, en virtud del cuall. se con–
donan en todo o •en parte fas penas debidas por
~os
pecados y
que habían de pagarr-se en esta vida o en
el
Pll!I'gaJtorio.
D.-¿ Qué ha de hacerse paira lucri8ir estas indulgencias?
[536] M.-Debe estarse en gracia de Dios, para lo cual ,
si se está en peo81do, hay que confosairse; 1además, debe uno
acómoda:rse a 18!5 normas que el Santo Padre impone
al
con–
ceder la induil.gencia.
D.-¿Cuántas veces ha de recibiirse este Sacrnmenito?
M.-Nuest'lla SMlta Madre
la
Iglesia mrunda confies1ar a
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