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M.- Si los llamamos excomulgados es precisamen–
te por eso de estar separados de la comunión de los Santos,
como la rama del tronco o el miembro del cuerpo. De donde
puedes coiegir cuán terrible desgracia es la excomunión, en
virtud de la cual los excomulgados no pueden llamarse hijos ·
de Dios, por no pertenecer-les ya la Iglesia como Madre.
D.-¿ Luego ha de considerars•e que los excomulgados es–
. tán fuera de la Iglesia de la misma manera que los Judíos
"y
demás hombres que rechazan la doctrina de Dios?...
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M.-En efecto; pero no estrictamente por ·el mis–
mo proceso, ya que. los Judíos y los Turoos, por ejemplo, no
está_n dentro de Ja Iglesia, sino fuera de ella, por no haber recL
bido el bautismo, mientras que
~os
Herejes, después de haber:
recibido ·el bautismo, ·renegaron de
fa
Fe y con esto se situa–
ron fuera de la Iglesia, al separarse de ella; por ·lo que la
Iglesia
Nu~stra
Madre trabaja por todos los medios que están
a su alcance por atraerlos al seno de la Fe,
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de la
misma manera que un pastor, cuando una oveja se le des–
manda del redil, la vuelve a él con ayuda
d~
la honda; pero .
con una diferencia, y es que los excomulgados, que antes in–
gresaron en la Iglesia en virtud del Bautismo y de la Fe, no
_saJlen por determinación propia, sino echados por la· vio–
lencia, · de igual modo que el pastor echa
d~l
redil a
la oveja roñosa para que .sea pasto de Jas raposas y de los
leones. Per0 has de tener muy en cuenta que nuestra Santa
Madre la Iglesia no los arroja de su seno para que estén per–
petuamente fuera de él,
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sino para volver a reinte–
grarlos a la comunión de los santos tan pronto como se hayan
arrepentido de su pertinacia y desobediencia y
~oliciten,
hu–
millados, su reingreso.
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