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y
el Hijo, el cuerpo de Jesucristo de la purísima sangre de
la Santísima Virgen María creó de la nada un alma, la unió
a aquel cuerpo, y en el mismo instante a este cuerpo y alma
se unió el Hijo de Dios, que es la Segunda Persona de la San–
tísima Trinidad.
[67] Y de esta suerte el que antes era solo Dios, sin de–
jar de serlo, quedó hecho hombre; y de la misma manera
que en su divinidad había sido dot ado de padre
y
no de
madre, así en su condición humana lo fué de madre y no de
padre.
·D.-Pero, explícame de algún modo córrio es posible que
una mujer pueda concebir y seguir siendo virgen.
M.-Nosotros hemos de creer constantemente, .aunque no
nos lo podamos explicar, que Dios, por su omnipotencia, pue–
de hacer que aun las cosas imposibles lleguen ·a ser posibles.
Pero yo te voy a decir esto: [68] "Tú sabes que la tierra no
puede dar frutos si no se la ara, riega y prepara antes conve–
nientemente. Y, sin embargo, tú no ignoras que
al
prin~ipio
del
mundo, sin antes haber si-do arada ni labrada en modo al–
guno, produjo para uso nu.estro por mandato de Dios, y a
pesar de ser virgen, aquellos primeros frutos , con lo que se
sometía a Ja volunt·ad del Señor. [69] Pues así también en
el vientre de la Santísima Virgen, por el solo mandato de Dios,
y sin intervención alguna de varón,
cl
Hijo de Dios, tomando
cuerpo (humano) y carne animada, se hizo hombre por obra
del Espíritu Santo.
D.-Ahora bien, como se hizo hombre por obra del Es–
píritu Santo, el Espíritu Santo podrá ser considerado como
padre de El, en cuanto a su humanidad, a
fo
menos...
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M.-De ningún modo. Pues para que uno pueda ser
verdaderamente padre no basta proceder al azar, sino que es
preciso que el que ha de ser padre transfunda su propia
y
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