Previous Page  673 / 816 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 673 / 816 Next Page
Page Background

[55-58]

dotada de razón se humillie ante su Hijo, ya que Este tanto

se humilló por amor 1!m_istro, que aún llegó a morir por nos–

otros clavado en una cruz.

. D.-¿ Y por qué consideramos y reconocemos a Jesucristo

como Señor nuestro?

[55] M.-Obligado es que, habiéndonos El creado jun–

tamente con el Padre, también Este sea tenido por ta:l. A lo

que contribuye en no menor grado el habernos El rescatado

de las garras del deJJJ.onio con su pasión y muerte.

D.-Al hablar de la señal de la Santa Cruz trajiste. tam–

bi:én a cuento a la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espí–

ritu Santo... Ya entonces yo pensé proponerte que me con–

firmaras aquello con algún milagro. Si quisieras, pues, ha–

c~rlo

ahora...

[56] M.-Inmunerables son los milagros que Dios Pa–

dre ha tenido a bien obrar, a fin die confirmarnos más y más

en la creencia de este misterio. De todos estos sólo te refe–

riré ano, que refiere a su vez Vicente Valvacense. Cuando

en una gran ciudad de Francia un Obispo hacía un sacrificio

de acción de gracias por haber librado Dios·Padre a aquella

ciudad de una gran desgracia, h e aquí que vió que bajaban

del cielo tres gotas como die vidrio iguales entre sí. [57]

Las cuales tres gotas, al unirse, dieron por resultado una

piedra preciosa de maravillosa hermosura, lo cual simboli–

zaba

q~e,

a pesar de ser tres las personas de la Santísima

Trinidad, el Dios es uno solo. Terminado el sacrificio, el Obis–

po

quiso incrustrar 'aquella perla en una cruz, adornada con

multitud de piedras preciosas. Tan pronto

~orno

la gema fué

incrusta:da •en la cruz, aquellas preciosísimas piedras que an–

tes la componían cayeron automáticamente.

[58] Devolvía la salud a los enfermos, y aunque la cruz

en sí era la misma, mientras para los cristianos refulgía

649