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1.icada en el vivo, pues asi lo demuestran los procesos r<'genera–
t.ivos de! periostio, corno se "en en las colecciones de Muniz, Mal',
Gee
y
Tello ( 14 5). De la frecuencia de! procedimiento, nos da
cuent,1 el mjsmo Tello (
1 46),
qu e en excavac iones r ecienles en
Cerro Colorado, ha encon trado mas del 40
%
de cadaveres trepa–
narJgs. I aun hay mas, en .una de las cavel'nas, se encontr6 e.l mC:1-
terial operatorio di'
IH
t1·epanaci6n, consistence en cuchillos d"
obs idiana ·on s us mangos, una cucharilla o r·urcta, roscas de al ·–
god6n, vendas e hilos. Bien es verdad de que un es tudio dclenirJ·J
de los craneos de esta excavaciones, nos hace ver que no son vei··–
daderas tr epanacion es , s ino procesos unas veces ostemielfticos
y
de sifi li s de lo s hu esos. Asi
l~
prueban investigaciones de W eis
(14 7) , llevadas a cabo sobre los mismos craneos de Cerro Colo·
rado, en que conclu yP haya sido un proceso patol6gico el que ha·
ya producido tan multipl es perforaciones en algunos .l'raneos.
Aparte los procesos ex ternos , en que estaba a
Ju
vista la
csquirla o frag·mento a ex tirpar , o una gran colecc.i6n· sanguinea,
e tc., muchos autores aventuran la opini6n de que la falLa de trau ·
ma li smo externo, han deb ido motivarse por algunos procesos Fter–
viosos de sede en cefa li ca. Vcamos algunas opiniones:
Lavoreria eN s u obra citada, piensa qu e estos factores ne r-–
viosos hayan podido ser: vertigos, neur-algias o enagenaci6n mcn-
1.al, qu edando muchas vcces la operaci6n inconclusa, probablemen–
te por la muerte de! paciente.
Lorena en su citado articulo, cree que la timidez innata
d :1
Ja raza mdfgen?., no !es haya permitido realizar operaciones d_e
audacia cual es .la trcpanaci6n." .. . n'o es atrevieron a abrir la
caja cerebral, cuando ni a los muertos les abrian el vientre".
Escomel (HS) apoya los conceptos de
Mufi.fzy
Mc Gee,
afirmando la pra cticaron en el vivo. Estudiando un craneo pre·
sentado por e l Dr . Bazy a la Sociedad de Cirugia de Paris, con·
cluye que muchas craneotomfas ocasionaron la muerte de! ope·
rado poco ticmpo despues (quizas por meningo encefalitis unas
y
mas J'apidamente por hemorragias otras)' mi cntras que alguna e
permitieron .larga supervivencia. Las trepanacfones en la regi6n
frontal, serian para
eJ
)as mas frecuentes; pero entre Ja Ptiolo·
gfa piensa fuera hecha por una neuralgia de! trigemino.
Pero ademas hay valiosas opiniones extranjeras, que com–
parten las causas de la trepanaci6n. Asi, en un ar.tfculo de .Ma
(145)--;Mufiiz y Mac
Gee. -
Primitive trephining en Peru. - Sumary State_
ment en Sixteen annua.I Report
or
the Bureau of American Ethonology,
Washington, 1897; Tello Julio Cesar. - Prehlstorie trephlnlng among
the yauyos of
Peru. -
Intern. Congress of A..'ller. - London, 1915.
(146)-'I'ello Julio C. - Antlguo
Peru.
(147)-Weis
Pedro. -
Restos hum.a.nos de Cerro Colorado. - R,ev. del Museo
N\a.clonal.
(148)-Escomel Edmundo. - Ciencla
y
arte en la prehJstorla per. - Ob. cit.
I l