£STUDI O S INCA/COS
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Dice la ley V:
Que se conozcan las inclinacio–
nes
y
babilidades de los mochachos,
y
conforme a
ellas sean empleados, cuando llegasen a edad ma–
dura : si se inclinaren a la guerra
y
mostraren va–
lor, se hagan soldados; si algun oficio meccinico,
lo mismo; aunque lo mas comun y ordinario sea
que cada uno siga el oficio de su padre.
La primera parte de esta ley revela una pode–
rosa intuicion pedagogica. La mayoria de los hom–
bres que en la vida fracasan, es por no haber esco–
gido profesion, por haber tenido que aceptar la
que las circunstancias le ban impuesto. Pero una
sociedad es un organismo fuertemente correlacio–
nado en todas sus partes. El fracaso de una de
estas o, por lo menos, la mala rendicion que de
sus energias
y
aptitudes haga, repercutiri mucho
o poco en el conjunto social, pero repercutiri
s1empre.
El buen trabajo de las partes redunda en bene–
fic,io del todo. Y esto se consigue hacienda que
cada cual obedezca a su vocacion, porque ella es
camino y fuerza a la vez, motor, ruta y ala. Ya
se presiente cufo dificil es conseguir esta solucion.
E ntre los incas, sociedad comunaria, como lo re–
vela la ultima parte de la ley trascripta, no se con–
siguio del todo. Y la rutina de la costumbre v10-
lento ordinariamente su sabia disposicion.
Dice la ley VII :
Que bubiese dep6sitos. de ga–
nado de la tierra, que sirviese, lo primero, para