EST U DIOS INCA/COS
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esta no seria una creencia muy aceptada, ya que
los hombres del pueblo momificaban sus cadave–
res ( 1) y celebraban los aniversarios de su muer–
te llevandoles bebidas
y
alimentos que les servi–
rian en su nueva existencia. Es decir, no conce–
bian la vida puramente espiritual y la materiali–
zaban, como bacen los hombres poco evoluciona–
dos de cualquier credo. La felicidad del
Hanan
Pacha
para un quichua ignorante, seria la que del
cielo puedan tener hoy un catolico o un mabome–
tano ignorantes, la constituida exclusivamente por
placeres sensuales. Aunque el inca Garcilaso ase–
gura: "No nombraban los deleites carnales ni
otros vicios entre los gozos de la otra vida, sino
la quietud del animo sin cuidados,
y
el desc:anso
del cuerpo sin los trabajos corporates" . Tai con–
cepcion nirvfoica de la dicha celestial, solo pudie–
ran tenerla
amautas, haravecs,
sacerdotes
y
otros
individuos de mayor desarrollo mental. Lo mis–
mo que la creencia de que toda cosa material tiene
yerbas y para otros deste genero, y sefialadamente para los
que iban contra los mandatos del Rey o decian mal de! Sol
y
de las
Guacas;
en los cuales pecados no incurrian los del
linaje de los Incas, que eran los nobles; no baciendo caso
de las otras especies de pecados".
Historia del Nuevo MundOl.
Libro decimotercio, cap. III.
(I) Les bastaba ponerlos al aire seco de las montafias,
segun Garcilaso. Otros cronistas bablan de materias resi–
nosas; pero, probablemente, nunca usaron el complejo sis–
tema de los egipcios.