cuya, c nformid, l rey r n qu d
t
do. 1 animal
y av d l ti -
rra había n l ·iel u11 ímil que atendi a la con r ación y aument
dello , atribuyendo . te oficio y mini teri o a var ia con t la ion d
e trella . Y a í, le aquella junta que
hace de e tr lla · pequef a lla-
mada, vulgarmente La Cabrillas, y
el
sto indio
Oollca)
afirmaban qu
salieron todo lo ímile ,, y que della manaba la virtud en que se con-
ervaban; por lo cual la ll amaban madre y t enían univer almente todo
ayllos
y familia por
Gu.aca
muy principal;
co~ocíamla
todo , y lo que
entre éstos algo entendían, tenían cuenta eon su cur o en todo el año–
má · que con el de las otras estrellas; pero no e ervían della le otra
cosa, ni trataban ele otra virtud que tuvi e e;
y
con todo eso, le hacían
grandes sacrificios por todas las provincias. Las demás estrella eran
veneradas de solo. aquellos que juzgaban tener dellas nece. idad con–
forme a los oficios que les atribuían, y ellos no más la conocían y
tenían cuenta con ellas y le ofrecían sacrificios ;
y
los otros no, ni lo
tenían por precepto obligatorio. La veneración que a cada estrella ha–
cían, era por esta forma :
«Todos los pastores respetaban y hacían sacrificios a la llamada le lo
astrólogos Lira, que ellos nombraban
Urcitchi llciy)
la cual decían qu
era un carnero de muchos colores, que entendía en la conservación del
ganado; y a otras dos pequeñas que tieµe debajo a manera de T, decían
ser los pies y la cabeza;
y
éstos también hacían veneración a otra que
anda cerca desta
y
la llaman
Oatachillcty,
que [p. 3.30] tambi én e algo·
grande,
y
a otra más pequeña que anda junto a ella; las cuales fingían
que era una
Llama
con su cordero que procedía
1
del
Drcuchillay.
«Los que viven en las montañas
y
tierras
yuncas)
hacían veneración y
sacrificaban a otra estrella q
Lle
llaman
Ohitquichinchay,
que dicen ser un
ti~re
y estar a su cargo los tigres, osos
y
leones; pedíanle en el sacrifi–
cio que no les hiciesen mal estas fieras. Encomendábanse también a ella.
los que habían de pasar por tierra fragosa y de boscaje, por
la
misma,
razón que los que vivían en ella.
«También tenían gran cuenta con venerar a otra llamada
Machacuay"
que pensaban entendía en la conservación de las culebras, serpientes y
víboras; principalmente, porqne, cuando truena el relámpago, parece de
aquella figura; demás desto, porque los Incas las tenían por armas,
y
aun las criaban
y
tenían acá por
Gitacas)
particularmente los de la pro·
vincia de
Ohinchciysuyit .
.BJn el distrito del Cuzco se hallaron tres cule–
bras de metal delgadas
y
revueltas todas juntas en un palo, las cuales.
tenían templo por
í,
chácara
y quien las guardase y tuviese cuenta.
1
P1·ooedfan,
en la edici ón origina1 de •evilla lo que no da sentido; se ·entiende
que l.a frase «que procedía del
Uronohillay
»
e refiere únicamente al cordero. -
Nota.
ele R. L.-N .