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PLATA Y BRONCB
-Han visto la Mama Remilgos qmen había sido?
Con esa carita de que no ha quebrado un plato . . . . Ya
ven. Razón no les puedo ver a estas map,iosas que vie–
nen de la ciudad llenas de dengues y que son \mas pillas.
-Dando ese mal ejemplo a nuestras pobres hijas
quién desque le va a tolerar .....
-Que se prepare no más para largarse.
Y así. violento,
inc~ndiario.
despiadado el comenta–
rio seguía con la brutal continuidad qe las conYersaciones
pueblerinas.
* * *
Mientras tanto el rapabarbas , ::.acamuelas
y
médico~
todo de una vez. un hominicaco que no se afeitaba nunca,
nauseabundo y avaro, narraba a todo sus parroquianos
"la ranclaCle la
maist~a··.
con sus pelos
y
sei1ales.
-Yo vi pes. Cada uno ele ellos con su cada una.
¡Jesús y Dios mío! Una nueya Sodoma. Con razón es–
te año no ha llovido. Castigo del cielo para tantos crí–
menes. Vean quien ha sido la mojigata .... Yo ya dije.
El rato menos pensado ha de dar la patada. Ya ven.
-Tal vez no sea cierto-insinuó mieclosamente un
concurrente joven que no admitía que una muchacha tan
be-nit~
como Celina fuera capaz ele tanta maldad.
--...:comó! Lo que me oye. Y o lo he visto con "estos
ojos que se han de hacer tierra''. Y la bocaza irrespetuo–
sa seguía . urdiendo detal•les obscenos entre carcajadas que
aumentaban la deformación de las caras simiescas con las
grutas pavorosas puestas en la abertura ele
engullir ~
...