Table of Contents Table of Contents
Previous Page  33 / 114 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 33 / 114 Next Page
Page Background

-24-

bre de Dios y Lima, cuya situación quedaría relegada a segundo pla–

po, y 1no recordó fos intereses ·de Sevilla que ya tenía organizado su

mecanismo de contratación y no

pen~aría

en mudarlo. El comer–

cio por Buenos Aires y el Tucumán fué paralizado desde ,Jos primeros

años a solicitud de fos interesados en la navegación del Nor,te. El

Rey no discernió su verdadero interés, cedió;

y

las provincias del Sur

solo res1piraron gracias al oxígeno del contrabando.

La carta

má~

conocida de Matienzo, por haber sido

publi~ada

1lOr Jiménez de la Espada, seña.Jaba, e.n 2 de Ener-0 de 1566, el iitinera–

rio de Charcas a Santiago del Estero, con una profusión de detalles

(algunos erróneos) que han sido de .gran utilidad a geógrafos, ar–

queólogos e historiadores. Resumiendo, después d 1e expresar las le–

guas por jornadas, decía: "Son por todas las leguas que se halla aver

uesde esta ciudad a Santiago del Estero, ciento y setenta y nueve le-

,

guas y antes que se ha alargado diez de laa que ver.diaderamente

a.y ntre cada una destas jornadas que se an contado; (28) ay pue-

y del 'l'.ucumán,

graves conflicto

oc sionados por cues·

tiones de distritos y mensuras. Es pues, esen–

cial ara juzgar conocer el valor méttico de la

legua española, tal com se entendió en el

siglo XVI. or falta de concordancia en los

cálculos, n es posibl asig :ar hoy al término

"legua" de esa época, un valor indiscutible.

Nos inclinamos sin embargo a e nsiderar que

l7V.

leguas por grado geográfico debieron cons·

tituir la norma usual. En la información hecha

en Los Reyes, en Setiembre de

1537,

por Ber·

nardino de Balderrama en nombre de F'rancis·

co Pizarro, para fijar el término de sus

z70

le·

guas de gobernación, fueron presentados como

testigos, los pilotos Hernando Galdin, Gaspar

Alvarez

y

Juan Roche, quienes calcularon el

grado a razón de "diez é syete leguas y media".

(Papeles de gobernantes del Perú.. Tomo II.

pág.

78

y sigtes).

En

1549,

el z8 de Enero, el Licenciado La

Gasea, Gobrrnante del Perú, escribía a los

señores del Consejo de Indias, informándoles

acerca de los distritos de las gobernaciones

de Pizarro, Almagro y Sanabria (Papeles de

gobernantes del Perú, Tomo I, pág.

140).

Al re·

ferirse a la primera decía: "Porque dando a cada .

grado de los del meridiano,

17

•leguas y media,

1,>arece que montarían diez y seis grados, dos

antes de la equinoccial y catorce pasada la

equinoccial, hacia el sur doscientas

y

ochenta

leguas que son diez más .de las

z70

que a la

dicba gobernación Norte-Sur derecho meridia·

no S. M. djó, y por estas diez más se ponen

escasos los el.ichos catorce grados. " Más ade·

!ante en la misma carta, aludiendo al dis·

trito de Almagro, repite: · "Porque dando las

dichas 17 le 1as y media a cada grado del me–

)'idiano, ooce grados que desde los

14

hay hasta

los

25,

montan ciento

y

noventa

y

dos leguas

y

media,

y

así falta para las doscientas que

N9rte·Sur aerecho meridiano S. M. dió a la

gobernación e Almagro siete leguas

y

media".

Varias veces en dicbo documento. calcula el

grado geológico a razón de

17Y,

leguas.

En Diciembre

1586.

el Gobernador de Tucu·

mán, don Juan Ramírez de Velasco, nos propor·

ciona idéntica infomiación. En la carta que

escribe a su Magestad, acerca

d~

una noticia

que tenía llamada de los Césares, "que venía

Norte-Sur desde Córdoba hasta el estrecho de

Magallanes", se ofrece para hacer la jornada,

manifestando (papeles de Gobernadores de Tu–

cumán

B.

C.

A., Tomo I , página

187)

que "des•

de Córdova hasta el estrecho de Magallanes ay

veinte grados que son trezientas e cinquenta

leguas". Es decir

17 1!2

leguas por grado.

Don Antonio de Herrera, en su descripción

de las Indias Occidentales (Madrid, Edición de

1730)

nos informa que la legua constaba de "tres

mil pasos de cinco piés de vara castellana que

dicen que son sesenta millas italianas de orien·

te a poniente que la gente de mar dice Este·

Oeste y esta cuenta de veinte leguas por gra·

do es conforme a Ptolomeo

y

a la opinión de mtt·

cbos curiosos. A otros ha parecido que las mi–

llas de cada grado son setenta y que no ha·

cen más de diez

y

siete leguas

y

media cas·

tellanas que se tiene por la más verdadera

cuenta.'•