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leguas de despoblado falto de yerba y de agua, si no era en unos po–
zos pequefíos que llaman jagueyes de agua salobre y mala, por con–
servar los caballos y la mucha gente que traía, principa.lmente los
caballos que tenían mucho precio en aquel tiempo, dejó este camino y
vino por el que los ingas tenían por los
diaguitas".
Muy pront o nos ha de precisar un historiador, viajero y fraile,
la dirección de otro camino real del Inca.
En la segunda mitad del siglo XVI vivió en el Perú, o:rdenándose
en Los Reyes, el fraile domínico Reginaldo Lizárraga, contempo–
ráneo del Obispo Victoria. Anduvo , por el Cuzco, el Collao, Char–
cas, 'los Chichas. Atravesó las provincfas andinas hasta llegar a Chi–
le donde había
s~do
designado provincial de la orden. Recorrío así
800 leguas por tierra deteniéndose un tiempo en las ciudades del Tu–
cumán
(25).
Relata en estilo ameno sus observaciones. En sus re- .
cuerdos e La Rioja adrvierte 1que '"los indios agora no son tantos
por lo cual han sido fáciles de reducir; hanse consumido en gue–
rras civile
o co otros;
el
Inga
los tubo subjdtos
y
por
la falda
de esfJa cordiller,a ll vaba su camino Real hasta Chile;
servíanl\=i Y•
tributábanle oro en cantid des y de allí se lo raían al Perú".
Después e atravesar La Ri'oja, tuerce hacia Córdoba, de la que
dice qu/e los Ríos
Ti
rcero y Cuart o "de bonitísimas aguas, corren en
tierras pobladas de inaios apartadas del camino Real, llamados Come–
chingones, bien dispuestos y valientes, subjetos a la ciudad de Cór–
doba".
Y
más ·adelante, al ocuparse de los· Huarpes de Mendoza y San
Juan, formula esta interesante declaración: "Es gente poco sujeta a
sus curacas y bár:bara;
túvofos el Inga subjetos
y algunos hablan la
lengua del Perú, general, como en Tucumán, si no es en
Có1Yloba.
do'YIJde no alcanzó el GO'Oierno del Inca".
Parécenos estar viendo el camino, tal es la precisión con que des–
cribe el Padre Lizárraga su recorrido, quizás ·por primera ivez. (26)
(25)
F ray Reginaldo de Lizárraga. "Descrip- cruzaba el despoblado de Atacama hasta Co-
ción breve de toda Ja tierra del Perú, Tucu-
piapó, y el otro que venía por Partanas en el
mán, etc." Editado por
R.
Rojas. Bs. Aires.
'914.
valle de Huasco, a Colina y a Santiago. No
(26) Véase "Revista de Historia y Geografía
hay mención de este tercer camino que, a pe-
de Chile". Tomo III. Año
1912.
"El camino del
sar de cruzar primero los diaguitas y los
Inca" por D. Manua1 de Magallanes. Resume
huarpes, fué una de las vías construídas por
~ste
autor
alusion~s
contenidas en cr?nistas,
¡
los inca.s para
pe~etra:
en Chile a la
ª~.tura
Historiadores
y
gcografos, desde Garcilaso a
de Santiago. Lo cita sin embargo Don Miguel
Harros Arana, acerca de Jos caminos del In-
1
de Olabarría en un informe que
utilizaremo~
ca que llevaban a Chile, señalando el que
más adelante.