II
EL IDIOMA DE LOS INCAS DEL PERú EN EL GRUPO
LINGüfSTICO MELANESIO-POLINESIO
POR
J.
!MBELLONI
§
l.
Las 65 correlaciones que- se publican en la nota anterior han
sido elegidas entre las muchas que el Sr. PALAVECINO acaba de esta–
blecer, con un criterio de brevedad y claridad que hemos estimado ne–
cesario en una obra destinada para el público en general. y no para espe–
cialistas en ciencias glo ológtcas.
on este fin se han
escr~to
las voces
como están en los diccionarios,
sin reducirlas a una
graf~a
única, y re–
nunciando a emplear los signos especiales
y¡
diac1íticos que serán indis–
pensables en las ult r· ores exposfciones de
carácter más especializado.
En lo de la
claridad
es necesario explicar que considero como
-claras
en
primer lugar aquellas correlaciones que son inmediatas y apreciables a
primera vista, por analogías evidentes o por identidad en la grafía y
la pronunciación. Tales son las parejas
amu
(Quechua)
=
amu
(Nue–
va
Zel~dia);
apa
(Q.)
=
apa-apa
(N. Z.);
arapa
(Q.)
=
araipa
(Rarotonga);
haihua
(Q.)
=
huahua
(N. Z.);
huaca
(Q.)
=
wa–
ka
(N. Z.) ;
ipu
(Q.)
=
ipu
(N.
z.),
que se examinan en los núme–
ros
2,
3, 6,
1O, 12
y
14
del glosario comparado de Palavecino, junta–
mente a otras muchas subsiguientes.
En segundo lugar, merecen ser consideradas como no menos evi–
dentes aquellas correlaciones que no siendo inmediatas, son fácilmente
reductibles, con la aplicación de reglas fonéticas generales de naturaleza
muy simple. Por ejemplo, el vocablo
ajsu
(Q.) y el correspondiente
ahu
(N. Z.) pueden parecer disímiles tan solo por un momento (ver
n.
1
del glosario). En efecto, la voz maorí, que se ha transcripto de
un texto en idioma inglés, lleva la grafía de este idioma, y por tanto
su pronunciación es igual a
aju.
Además, sabemos que las lenguas po–
linesias de formación más reciente (las cuales corresponden a ramas que
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