Table of Contents Table of Contents
Previous Page  85 / 142 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 85 / 142 Next Page
Page Background

-81-

blo a quien no sobresaltó el temor de lo

·desconocido. Su estoicismo, flor

altí–

sima de humana cultura, se transparenta

en

todos los actos y en todas las expresiones

de

su vida. Recordad estos vr.rsos que popula–

rizó Markham, el fervoroso peruanista bri–

tánico .:

Nací como una flor de la campifia;

como una flor mimaron mi niñez,

Llegué a

la

madurez, me volví viejo:

Marchito estoy, y al fin

desapar~zco.

¿Qué valen todas las lamentaciones y

los

gritos de rabia

y

de despecho que han

la.nza.do

los hombres

de

t

das las culturas., frente al

misterio de la muerte, comparados. con

e~tos

versos

de

suprema. serenidad?

Toda la vida h1kaica discurrió como

en–

tre dos riberas de purísimo arte. La activi–

dad estética no era nada distinto

o

discer–

n]ble de la actividad humana

en

general.

N.o había especializaciones ni encasillados.

Comp el aire la música formaba la atmós–

fera del pueblo tawantinsuyu.

Hombres~

mujeres, ancianos y niños, guerreros,

sa·–

cerdotes, labradores, gentes de

la

noble–

za, el propio inka, cantaban

y

danzaban

en la unimismación del júbilo,

en

la ar–

~monfa

del esfuerzo cotidiano, én la so–

lemnidad del rito. l\1ientras iban levan–

tandose, como

p.or

arte

de

magiá, las

for·-·