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Laguna que está a las orillas de este de–
sierto han desesperado de sed. Un calor
asfixiante que
brotaba como hálito
de
n1uerte de las entrañas de la tierra ha des–
truído la virilidad de los jóvenes guerrea–
dores. La caravana conquistadora atravie–
sa la pampa arenosa
y
va dejando en su
camino la marca de su paso con los bue ..
sos de sus ho1nbres
y
sus llamas.
-¿Y han muerto muchos?
-Muchos,
señor
y
vástago
del Sol:
muchos por desgracia, han rendido la vi–
da por falta de
ag~a
y
a la vista de
la
Gran
ba
u
su licio !,-exclamó el Inka,
movida.
llano sin árboles,
·sin sombra,
sin vida, han
encontrado
nuestros soldados un vallecito,
y
después
otro valle,
y
así hasta diez, como pun-·
tos perdidos en la inmensidad de este de-
sierto, descansos · ):>rovidencia1es creados
por la n1ano de Pachakámaj,
el dios de
la tierra fecunda. Estos valles se han for–
mado por el paso de los ríos que bajan de
la Sagrada Cordillera ........... .
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·¡Los Aukis
y
los
A
pus se han condoli-–
o'o
de esa ,tierra infeliz!
:--!llapa les tiene dejados de su protec-