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R. CÚNEO - VIDAL
Garcilaso lo traduce en la forma de todos conocida de :
'l'iay,
htianaco,
o
siéntate, guanaco,
incitación de la lengua quechua que
el inca Maita Capac, conquistador del Collao, habría dirigido a
un
chasqui
que le trajo del Cuzco un mensaje en un plazo menor
del que se solía emplear en aquella travesía; versión pueril, a to–
das luces, nacida de un simple retruécano del idioma.
Falb ve en el nombré de Tiahuanaco el
indicio de una lengua
rnisteriosa,
ajena al quechua y al aimara modernos, hablada
en los tiempos de. Noé, que transmite a las generaciones presentes
las nociones de
lluvia
y
diluvio universal ...
Don José Rosendo Gutiérrez traduce, a lo aimara:
Tiya:
ri–
bera;
hanaco: desecado,
ribera desecada.
Don Isaac Esc·obari traduce, de igual manera a lo aimara:
Tiauna haqque:
"hombre de la costa seca".
Don Carlos Bravo,_a lo quechua:
inti-wawan-haqqiie:
pueblo
de los hijos del sol.
Don Miguel Taborga se aparta de las lenguas andinoperua–
nas,
y
acude a la de los
Mayas de Y ucatán,
a cuya nación
no
excluye
que pudiesen
ertenecer los fundadores de la urbe pre–
histórica.
Don Juan Durand, en sus
Etimologías Peritanas,
descompo–
ne el nombre de que tratamos en la f9rma de
Tiy-huana-co:
"sus–
ceptible" de la interpretación "viviendas subterráneas" o "cuevas
desecadas", por aquello de que, según Bertonio,
tiya
es "caverna",
hana
es "seco"
y
co
es "signo de participio".
Y agrega: "Si el nombre fuese
Tia-huana-co,
su traducción
sería "ribera desecada" o "límite desecado", producido, quizás,
por el paulatino retirarse de las aguas del lago.
Adviért ese, desde luego, que en estos diferentes ensayos de
interpretación por el
toque
de
cuatro
idiomas distintos, se acep–
ta la voz
Tiahuanaco,
como habiendo sido el nombre.
original, v er–
dadero
e
inconcuso
de la urbe prehistórica.
Los que tal cosa piensan
y
presum·en, admiten, no obstante,
que la civilización de Tiahuanaco floreció veinte, cuarenta y aún
noventa siglos
antes
que las civilizaciones collas
y
cuzqueña.