Table of Contents Table of Contents
Previous Page  68 / 382 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 68 / 382 Next Page
Page Background

6

9

«J

R. CÚNEO - VIDAL

I;a postura

sentada

aquélla se conformó a las modalidades que

comportó

el culto de los Jluertos,

en que se resolvieron los primP–

ros anhelos de religiosidad de las razas americanas, desde los días

lejanos y nebulosos, mas no olvidados, de su premiosa peregrina–

ción a través del continente americano, hasta el instante de su

traslado a la meseta de los Andes, en donde aquellos anhelos tu–

vieron ritos

y

sacerdocio.

Que lo que se guardó en su recinto fué hierático e inviolable

en sumo grado, nos lo da a entender el nombre de

Pum,a Punco,

o "puerta de los leones", con que fué designada su entrada prin–

cipal, razón por la cual nos hacemos cargo de que el sacro edifi–

cio estuvo rodeado de

canchas,

o sea de patios, cuya guarda estu–

vo confiada a

Jaurías de p

1

w1nas consag1iados al culto,

en medio

de cuyos bramidos pasaría dominado por ·un saludable terror al

cuidado de

pomatas,

o acólitos domadores, el catecúmeno que acu–

diese a aquel

ta.bernáculo de la nacionalidad.

El profesor Posnansky nos presenta en la plancha n.

0

~8

de

su

Metrópoli Prehisfórica en Sitd Aniérica,

una serie de rostros

de pumas sagrados-, co_piados en éste o aquél detalle arquitectó–

nico de las ruinas,

~n

el cuello

y

hocico de los cuales vemos pa–

tentes

la cad.ena y el aro

de que se valieron sus domadores para

tenerlos en sujeción.

Punia

llamaron, copiando

omom~topéyicamente

su rugido, los

andinos, al león de la selva, contemplado en estado de libertad,

11llco

(nombre equivalente de

corredor),

al puma reducido a do–

mesticidad, al cúal emplearon en los lances de la guerra,

y

al–

cahuissas

a sus domadores, a los que los latinos hubiesen deno-

1ninado

bestiarii.

Siendo así que

huissay

significa silbar,

a.lcahuissac

ha debi–

do significar "el que silba al león" o en otros términos: "el que

domina _al león con silbidos".

D-urante los primeros años de la conquista castellana, el nom–

bre

allco,

que según acabamos de decir guiándonos por lo estam–

pado por Mossi en su Diecionario Quechua-Español, significó

ani–

r(/,al corredor,

ha debido transmitirse por la similitud de sus fun-