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Junto con este caos antropológico
hállan~
se fuera de las
ti
picas
y
in
uy
conocidas obras
de cerámica con dibujus del cóndor, puma,
huarihuillka, [18] pez, signo escalonaio, etc.,
etc., otras cerán1icas
muy
variadas, aunque en
lnenos cantidad
y
que a su
vez
son típicas
de
sepulturas de lejanas
comarcas. Adernás
se
encuentra en uno de los sitios sepulcrar es
1
en el n1ismo 'fjhua.nacu una cerámica comple–
t a1nente distinta de las anteriores, la que se
caracteriza tanto por su forn1a cuanto por sus
dibujos
que
son
'esclusivamente geon1étricos
y
teñidos con los colore8 blanco, amarillo, co–
lorado
y
negro, sobre fondo de nn "engobe"
an1arillo.
(18
a.)
En los mismos n1onumentos hallamos es–
culturas de cabezas humanas que ostentan
distintos tipos antropológicos. En el palacio
de la prin1era époea, encontramos única1nen–
te
tipos leptoprosopos-leptorhinoE',
Fig.
52;
en el segundo, hallamos además de aquellos
ti
pos, otros de carácter inesorhinos aguileños. .
\T
éase
Fig.
42.
Pero, no sólo en las esculturas se hallan
ti–
pos distintos; donde más se pueden estudiar-
(18)
Huari-Huillka.~Huari
es en aymara sinónimo d·e
animal fisípedo de la clase de Vicuña, Llama, Guanacn, Al–
paca.
(Véase: Posnansky el "Signo Escalonado" , pág. 24>
41
y siguientes.
(18
a)
Véase los números
188,
192,
193,
194,
196,
200,
202, 207
y
215, en las colecciones arqueológicas del Museo
Nacional de Bolivia.
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