316
HORACIO H. URTEAGA
El coronel Bolognesi se dirigió entonces a los jefes de
la junta en estos términos, que reproduzco textualmente:
" Señores j,efes y oficia'1es :
" Estáis .llamados a decidir con vuestro voto la suerte
" de esta plaza de guerra, cuya custodia os ha confiado la
"Nación.
"No quiero hacer presión sobre vuestras conciencias,
"porque nue.stros sacrificios no serían idénticos.
"Yo he vivido 64 años, y mi exi<:itencia no se prolongará
" por muchos días.
¿
Qué más puedo desear que morir por mi
" patria y con la gloria de una resistencia heroica, que sal–
" vará ·el honor militar y la dignidad del ejército, comprome–
" tida en esta guerra ? Pero hay entre vosotros muchos hom–
" bres jóvenes que pueden ser útiles al país y servirlo en el
" porv•enir; no quiero
~.rrastrarlos
en el egoísmo de mi gloria
"sin que la junta manifieste su voluntad decidida de defen–
" der la plaza y de resistir el ataque.
"El general en jefe espera que sus oficiales expresen
" libremente su opinión ".
·
El coronel More, que ocupaba un asiento en el fondo del
desmante.lado salón, púsose de pie y pidió que la junta resol–
viese por aclamación la defensa de la plaza; todus los jefes
se pusieron de pie y la resistencia quedó resuelta por acla–
mación. ( 11 ) .
"Entonces, dice un testigo ocular de ese célebre consejo
de guerra, el rostro severo de Bolognesi se iluminó de ale–
gría; una sonrisa de dulce satisfacción oprimió sus faccio–
nes; sus ojos, azules como el cielo, se dilataron con la satis–
facción de su espíritu, y colocado delante del grupo de esos
jefes, como lo::i semidioses de Ja leyenda delante de los héroes,
hizo pasar al parlamentario chileno para que oyera la ratifi–
cación de la frase histó1 ·ca. Salvó avanzó sorprendido ante
la respetable asamblea
y
oyó nuevamente, con pausas solem–
nes, estas palabras que resonarán con eco sublime en todos
los siglos " : ·
"DECID A TTUESTRO GENERAL, QUE ME SIENTO
"ORGULLOSO DE MIS JEFES
y
que, en defensa de la pla–
"
za, QUEMAREMOS EL ULTIMO CARTUCHO".
(11).-
Sáenz Peña.
Recuerdos de
A1·ica,
en la revista
Jiwentud.