BOCETOS HISTORICOS
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Hay frases que condensan toda una tradición :le valor
y de gloria, que son la síntesis de los dolores
y
las aspiracio–
nes de una época, que resumen los ideales de patriotismo de
una generación o que simbolizan el honor de una raza
y
la
conciencia de una colectiv·idad; los que las pronuncian han si–
do centros misteriosos de esas sublimes irradiaciones, a don–
de, por leyes desconocidas, se concentran los dolores, las es–
peranzas
y
los eternos ideales de una nacionalidad. Quienes
las formulan han salido del nivel común y no pueden medirse
con el rasero humano. Leónidas, Mirabeau, Palafox, Cambro–
ne, Bolognesi, pertenecen a esa catagoría de escogidos
!
Al saber Baquedano la heroica r esolución del coronel Bo- ·
lognesi y de sus compañeros, pensó todavía que una amenaza
seria operada por el ejército y la escuadra, impondría el te–
rror y obligaría a la rendición.
y
así fué que el día 6 ordenó a
la artillería de tierra y mar un ataque general. Los resultados
de este plan de intimidación, los han declarado sin escrúpulos
los historiadores chilenos.
"Todo se preparó ese día, 6 de junio, para un combate de
artillería más serio que el anterior, con el concurso de la es–
cuadrilla bloqueadora. Los fuegos se rompieron simultánea–
mente en tierra y mar. Los cañones de campaña dispararon
contra los fuertes del alto y del bajo; el
Loa
lanzó sus grana–
das por encima de la
Magallanes
y de la
Covadonga.
Estas na–
ves amagaron el Morro de más cerca, y el
Cochrane
los fuer–
tes del plan; precisamente la disposición qu'3 había adoptado
Latorre siete días antes. Y en tierra, una compañía del
Bnin,
desplegada en guerrilla, se deslizaba como
cautelosa serpien–
te
delante de los fuertes del bajo, con el objeto de reconocer el
terreno por ese lado.
" Todo se realizó en la medida prevista, menos el
efecto
moral,
porque el bombardeo no causó sino perjuicios insignifi–
cantes en Arica,
y
al revés los disparos de la artillería chilena
quedaron cortos; la
Covadonga
recibió a flor de agua dos pro–
yectiles que la atravesaron, y en el
Cochrane,
una granada
peruana encendió un cartucho, causando la muerte o dejando
espantosamente quemados 25 artilleros. El
disC?·eto
Bolognesi
dió a su gobierno el parte telegráfico del día, así :
"Gran entusiasmo. No hay desg1·acias
".