BOCETOS HISTÓRICOS
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sin suJeCJon a un plan estratégico y científico. Las platafor–
mas que se habían construído para el emplazamiento de los
cañones, eran ¡::arapetos imperfectos y sin defensa; por el la–
do de tierra, unas cuantas tablas servían de cuartel y habi–
tación para la tropa y los jefes; los demás elementos en el
mismo estado y con cañones sin movimiento circulatorio, y
que sólo servían para atacar por mar". ( 1 ) . Y para mayor
desgracia, estos trabajos de fortificación se alteraron, y se
interrumpieron por fin, después de los desastres de Pisagua
y San Francisco. El plan de los ingenieros, que
Sf::
siguió
al principio, cambió, a fuerza de la estrechez del tiempo y
la falta de material. En Jos ultimos días adoptóse un nuevo
¡::lan de defensa, tal vez más eficaz, pero que, por la imper–
fección
~on
que fué seguido, resultó defectuoso, el del inge–
niero do':l Teodoro Elmore. :r-.·o c:bstflnte el .::elo
y
contracción
de este profesional, sus trabajos sufrieron varias penurba–
ciones y desperfoctos, con el bombardeo de la escuadra chi–
lena, el 27 de febrero y con la salida del ejército de Arica,
para contener la invasión del ejército enemigo, que ::;e des–
bordaba desde Locumba. En los últimos días, a la falta de
tiempo y material, se unía ya la falta de brazos.
Quedó desde entonces confiada
la defensa al Coronel
don Francisco Bolognesi, héroe de Tarapacá, y que hasta en–
tonces había comandado la tercera división del ejército del
sur. " Se confiaba en la ·entereza de su carácter y la energía
de su acción. Bien advirtió el Gobierno la calidad del jefe.
Desde entonces comenzó en ese pequeño ejército, a hacerse
sentir la disciplina militar. Bolognesi era infatigable en el
servicio, ha dicho uno de sus más ilustres compañeros. El
noble anciano se aparecía en todas las avanzadas, y sorpren–
día de noche a los centinelas, que ya comenzaban a dejar los
viejos hábitos de sueño consentidos
por el general Buendía;
jefes, oficiales y soldados habían cobrado respeto y afección
i:or el anciano". ( 2 ) .
Desgraciadamente, no obstante su actividad y celo para
preparar la defensa material, luchando contra físicas impo-
(1) .- Paz Soldán, Caivano, Markham,
confirmado por Vicuña
Mackena.
(2) .-Roque Sáenz Peña.
Recuerdos de Bolognesi
y
ele la defensa de
11
rica,
publicado3 en la revista arequipeña
La
Juventud,
el año de 1906.