Table of Contents Table of Contents
Previous Page  295 / 430 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 295 / 430 Next Page
Page Background

BOCETOS H!STÓRlCOS

229

"buen arcabuz" al mejor postor, y a provocar esas guerras

civiles que tienen trágicos jalones- en cuatro decenios del si–

glo: Salinas y Chupas, Añaquito y Saquicsahuana, Cnuqu in–

ga y Pucará. No había tranquilidad para las ciudade·i, los ca–

minos se hallaban infestados de ladrones y bandidos; ya los

negros cimarrones formaban bandas y

tenían guaridas,

y

atacaban a los andantes y hasta ponían en peligro las pobla–

ciones de indios. En las ciudades, la justicia andaba mal

parada; los corregidores eran respetados mientras se hacían

de la " vista gorda" con los ricos, o, mientras, con la fuerza

o con las artimañas. lograban dominar. Ocurrían a diario

pendencias y motines, y poco valía la vida de un hombre o la

ele muchos, para que la justicia maltratase o p erturbase aí

vecino acaudalado, que

daba buenos

quintos al rey. Tan

amenazada como la vida era la fortuna.

La mayor parte de las luchas civ·iles del Perú en el siglo

XVI, tuvi-eron causas económicas. La guerra entre Pizarro

y Almagro, que se disfraza con el nobilísimo anhelo de poseer

la capital del antiguo Imperio, apenas si es provocada por

el hambre y la miseria de los expedicionarios a Chile, que re–

gre:::;arim después de gastar las economías y de-seng·aJiados

de un país " pelado y enfermo de miseria ", según la frase

de un cronista; la lucha de Almagro el Mozo,

que mató al

Marqués y convul ionó la colonia, la motivó el hambre de los

tradicionales

cabaUe1·os de la capa.

El furor de los ricos en–

comenderos contra la

cuarenta ordenanzas del rey, que les

arrebataban

u

haciendas, y el trabajo gratuito del indio.

tu·. lo que armó al Perú contra la Corona y

ca~i

lo indepen–

diza; la misma pacificación obtenida por el hipócrita y anti–

pátito presidente la Ga ca, se con iguió, gracia:> a los dones

y

mercf-odes que

e prometió a la gaYilla de traid01·,;

y

tran -

fugas que en Sacquicsahuana, hacían cantar a Carbajal;

y

¿

qué fué la rebelión de Girón, sino el de contento por un mal

r eparto de beneficio

y

de latifundios

?

La más ruin de to–

da~

la

ublevacione , la de lo Contrerai? en Panamá, qué

fué

ino la tentativa de una partida de bandoleros para ro–

bar y matar al clérigo far ante, que llevaba vacías las faltri–

quera::: pero repleto de oro

y

plata lo zurrone para el rPy.

A

í

\iYieron lo

hombre de e e

iglo, a

~alto

de mah.