BOCETOS HISTÓRICOS
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caído, y hallaron en esa casta y caritativa niña, la fe que da
consuelos infíni.tos, la resignación que tranquiliza l1as huma–
nas inquietudes y la esperanza que mitiga los males presen–
tes, haciendo soñar en un ideal ultraterrestre.
SANTA ROSA DE LIMA Y SU EPOCA
Santa Rosa de Lima es un representativo de la naciente
colonia y de ese siglo XVI, que en América se ofrece con tan
profundas contradicciones y desequilibrios morales.
Junto
al rudo conquistador de horca y cuchillo; el monje defensor
de la raza aborigen; el mismo hombre que provoca una he–
catombe de infelices, dona los frutos de su botín para la ele–
vación de santuarios y casas de rscogimiento ; hiere y mata
despiadadamente, y por todas partes provoca la miseria; pe–
ro de esos mismos t esoros que arranca al infatigable trabajo
del indio, saca cuantiosas sumas para fundar hospitales y ca–
sas de oración "puertas del cielo", como se les llamaba en–
tonces. Fray Jerónimo de Loaiza es el Arzobispo de Lima;
pero es también el General en Jefe de los ejércitos de la Au–
diencia y marcha con el oidor Saravia contra Girón, abriendo
una campaña llena de curiosos episodios. En el campamen–
to, decían las " malas lenguas ", que alternaba la oración y
la misa con su " mano de ajedrez ", lo que dió motivo para
que los soldados españoles compusieran coplas satíricas. Has–
ta nosotros han llegado esos desahogos de la literatura case–
ra y aguda de las gentes de esa época. Decían así:
El uno jugar y el otro dormir
¡
Oh qué gentil
!
!
No comer
y
apercibir,
¡
Oh qué gentil
! !
El uno duerme y el ·otr o juega
A!sí va la guerra
! ! (
1 )
El oidor, anciano
y
reumático, que alternaba con el a1·–
zobispo en el mando, no era por cierto el jugador sino el dor–
(1)
.~on
Ricardo Palma asegura que la copla terminaba así:
uno duerme
y
otro juega .. . ..
¡Así va la brega!