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BOCETO
HI TÓRICOS
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ti·og de la antigua civilización cuya huella quedaba en Tia–
huanaco, Arapa, Paucarcollo, Carabuco y Silustani;
igno–
rancia oue. de olro lado, era motivada por su rudeza y por
la ince ante preocupación de su vida e trecha y hambrien–
ta,
n medio de una naturaleza ingrata que le escatimaba el
sustento
y
no dejaba a su cerebro otro trabajo que el de
la meditación de la lucha por la vida, y a su actividad otro
móvil que la satisfacción de su primeras necesidades.
Un
sociólogo del altiplano ha trazado con rasgo maestro
la
caracterí tica de la raza colla, igual hoy como ayer en las
edades prehistórica , y ha marcado la
verdaderas influen–
cias
ct
1
medio
fí
ico.
" Siénte e el hombre en e a región,
dice, abandonado por toda
la potencias,
olo en medio de
un
clima
y
un uelo inclemente ;
y
e te sentimiento en todas
partes generador de hábitos de sociabilidad
y
economía, allí.
no s por qué causa , separa
y
desune a los hombre , acaso
porque en la ingrata la–
bor del terreno hay que
emplenr gran per eve–
rnncia e inmensa en:?r–
¡.;w
rurn sacar mezquino
r.·uto. fruto que
ha–
ce nece. ario economizar,
eonsumir
parcamente
·i
se qui re eYilar tortura
t•aninas. frecu
nl~·
de·–
d ' tiempo inmemorial.
~l
nsp cto
fí
ico, el
genero de ocupacione•.
In monotonía de
é
ta.
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dt'
manera xtrafla.•
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ca–
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t
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de
mia galera
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