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entonces
Ohucara
o sea
Clmqui-hara,
ccampamento de oro> (1).
Esta tradici6n se halla corroborada por el padre Anello Oliva,
quien afirma que el nombre original de Tiahuanacu, ha sido Chu–
cara,
y
aun refiere que callí moraba el gran jefe
Hwyustus,
quien
dicen ellos era el señor del mundo> (2). Empero, el P. Cobo, di–
fiere de esta opini6n
y
dice: cEI nombre que tuvo este pueblo an–
tes que fuese señoreado de los Incas, era
Taypi-cala,
tomado de
la lengua
a;ymará,
que es la materna de sus naturales,
y
quiere de–
cir cla piedra de enmedio;i;; porque tenían por opini6n los indios
del
Callao,
que este pueblo estaba enmedio del Mundo,
y
que del
salieron después del Diluvio los que tornaron a poblar> (3).
No séría estraño que hubiese tenido ambos nombres o que el
último correspondiese a alguna secci6n o barrio del mismo pue-
hace al respecto La "Prensa" de Oruro, correspondiente al
17
de
septiembre de
1914:
"En el lugar denominado Toraca (a) .... sobre la línea del fe–
rrocarril de Machacamarca a Huanuni; más o menos a
16
kilóme–
tros de la primera, al efectuarse los trabajos de movimiento de tie–
rra se han encontrado infinidad de monolitos de piedra que por sus
dimensiones hacen comprender que esos monumentos han debido
tener gigantescas proporciones.
"Esos monumentos atestiguan al primer estudio que se les de–
dica que, fueron hechos en la edad de la piedra y tallados con sílex,
por consiguiente su antigüedad, es indiscutible> (a). Toraca pro–
viene de las palabras aymaras
Tliuru,
fuerte,
hakke,
hombre.
(r) La denominación de Tiahuanacu, según la mayor parte de
los cronistas, se deriva de las palabras
Tiay-huanacu,
siéntate hua–
nacu, frase dirigida por uno de los Incas al mensajero que llegó
del Cuzco a ese pueblo, en tiempo admirablemente corto. Los in–
dios .por espíritu de adulación al soberano, conservaron el dicho co–
mo nombre del lugar en sustitución al que hasta entonces. había te–
nido.
Es una majadería buscar etimologías fuera de la lengua
quechua. Los términos son tan claros que cualquier otra interpre–
tación se hace forzada y arbitraria.
(2)
Historia del Perú y Varones insignes en santidad de la
Compañía de Jesús, por el P . Anello Oliva,
1598.
Publicada por
Juan Francisco Pazos Varela y Luis Varela y Orbegoso. Lima,
1895,
págs.
38
y
39 .
Huyustos ¿no será una mala prónunciación de la
palabra aymara
H11.yst1f.a,
que quiere decir, el que nos cri\) o mejor
di cho, el creador? El nombre es netamente kolla y es inútil bus–
car interpretaciones en la lengua quechua o en cualquier otro dia–
lec to indígena .
(3) Historia del Nuevo Mundo por el P. Bernabé Cobo de la
Compañia de Jesús. Publicada por primera vez con notas y otras
ilustraciones por Marcos Jimenes de la Espada. Tomo IV. Sevilla,
1893,
pág.
63 .
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