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elemento (1).
Pasado algún tiempo, cuando las corrientes dismi–
nuyeron, dejando visible el sitio donde estuvo erigida la célebre
ciudad, recien pudieron darse cuenta, de que una gruesa capa de
limo la cubría, cual fún ebre suditrio, borrando su existencia, o
mejor dicho, sepult:ludola bajo la enorme masa que dejara tan me–
morable catl\strofe.. De este modo, aseguran, qne ces6 el período
hist6ríco de nq ne! g ran pueblo..
Después, enervado el miedo al cataclismo, dicen, que vinie–
ron en busca de sus dioses los pueblos que no habían sufrido nin–
gún contraste, los cuales trabajaron tanto
y
tanto esfuerzo hicie–
ron, que lograron encontrar
y
colocar sobre la superficie algunos
ídolos. venerndos por ellos,
y
m11ch11s piedras sagradas.
Suponen
los indios que esa tarea restauradora debi6 interrumpirse a con–
secuencia de las disenciones, qne creen, se suscitaron entre los
obreros, o talvez por las invasiones de tribus extranjeras a sus
tierras.
Esta es la tradici6n que se encuentra más conforme con la
realidad, pues, el diluvio mencionado por algunos cronistas españo–
les, no es sinó una reminiscencia del bíblico. Las excavaciones que
se han hecho en los terrenos de Tiahwinacu, manifiestan indicios
de estar sepultado un pueblo en el subsuelo. El Dr. Otto Buchtien,
dice al respecto: <Los objetos qne pueden considerarse como
pertenecientes a la antigua época de Tiahuanncn, se hallan en una
profundidad entre metro
y
medio a tres metros bajo la
supe1:ficie
de wna a1'ena muy .fina que debt habe1· sido depositada por las
(r) Conforme con esta tradi ción se halla el concienzudo escri–
tor don Arturo Posnansky cuando di ce: "La ruina prematura de esta
gran cultura fué .en gran parte la consecuen cia de una inundación del
lago que destruyó Tihuanacu también en su segundo período, fueron
causa evidente del que por movimientos tectóni cos se rompieron los
contrafuertes de lagos situados en mayor altura que el Titicaca
dando salida a una masa líquida hácia él, cuyo nivel aumentaba tem–
poralmente ciando así fin quizas en pocas horas, a la gran metrópoli
que estaba situada a pocos metros sobre el nivel de las aguas. En
este cataclismo, que probablemente aconteció de noche murieron sin
dud a lo mejor y el mayor número de los intelectuales de Tihuanacu,
como también una enorme cantidad del pueblo, cual lo demuestran
los osarios que llenan por leguas los aluviones mezclados con restos
de animales. Esta ha sido la causa por la cual los sobrevivientes que
llegaron a salvar del cataclismo rio eran capaces de reedificar por
segunda vez es ta metrópoli". Tihuanacu y la Civilización Prehistó–
rica en el Altiplano andino por Arturo Posnansky, Capitán Teniente
de Ingenieros, etc.,
z&
edi ción aumentada y corregida.
La Paz,
(Boli viél ),
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r, pig
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