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C1'eado1· de la tien·a, mise?'icordioso seño1· yo os llamo! No quisis–
te se1• .Dios y Señor/ quisiste ser ciego, no quisiste ver el pasado,
no quisiste m.imr aq·uí.
¡
.Ampáramie Seño1· y Pad1·e!
La cronologfa de estas cuatro edades, según el citado cronista,
es como
si~ue:
Huari Huemkkocha 1'Wna,
800 años;
Huw'Í 1•una,
1,300 años;
Pit1•on runa,
1,100 años;
Aukka-1·una
2,100
año~:
total
5,300 años (1).
Por mucho que parezca funtásticu. esta relación, hny algo de
verdad en su contenido, pues, la existencia de los
Hnm·i-1•itnas
en
el alt'plano se halla atestiguada con la subsistencia de nombres de–
rivados de la palahra
huari,
que llevan varios
1
ugares
y
pueblos
de las aproximidades del lago Ti ti caca. Además,
huwri
ha sido un
dios totémico de los antiguos kollas, representado en forma de un
cuadrúpedo estraño. Los sacerdotes de esta divinidad indígena,
fueron los
Huari-huillcas
nombre que algunos han confundido
con el de aquella deidad. A los adoradores del dios Huari, que
eran los antepasndos de los kollas, se refiere Poma de Aynla, lla–
mándolos
h-uwi-runas.
De las tradiciones indígenas más comunes, se puede deducir
que los
h1.tOJl'i-huillcas,
fueron llamados
vul~nrmente
kollanas,
con
cu.vono111
bre son conocidos por la generalidad d(I los indios. Es–
tos
kotlanas
constituían la clase social más distinguida entre los
nntiguos moradores del altiplano, a los que dieron su nombre. Se
suponfan hijos del Sol, concebidos a su contacto en el seno de las
aguas. Huy muchos vestigios de que formaban una castn sacerdo–
tal, que al igual de los brahmanes, se arrogaban una divina supe–
rioridad sobre los demás mortales. Ellos eran los únicos sacerdo–
tes de la religión
y
ele! estado, con absoluto poder sobre los stlb–
ditos.
Parece que el dominio de esta casta sacerdotal duró
muchísimos siglos
y
se extendió por todo el continente,
y
que de–
bido a ella son los monumentos existentes en varias regiones (2).
La capital de s11 vasto imperio, dicen que fué Tiahuanacu, llamada
(1)
Hemos estractado los párrafos anteriores del interesante
estudio hecho por el Dr. Richard Pietschmann, sobre la obra de
Huaman Poma de Ayala, titulada
"El primer nueva cronica
y
buen
Gobierno,"
ilustrada con un gran número de dibujos a pluma.
El
Dr. Pietschmann ha publicado su trabajo en inglés en la revista
Americanist Pror11eding o/ tlie XVIII L o11don,
I9I2 .
Parte II .
(2)
Ultimamentese han encontrado las ruinas de una población,
probablemente, perteneciente a esa época. He aquí la relación que