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el hombre; si la paleontología ha evidenciado que a cada época
geológica corresponden por doquiera las mismas especies fósiles,
t
por qué el hombre qna es un derivado de estas especies, debió
aparecer en nna sola región y no en todas aquellas en que se des–
cubren fósiles de las épocas que acabamos de mencionad Es un
hecho irrefutable que los precursores del hombre constituían ya
una especie diseminada por·toda la tierra,
y
que Jos distintos me–
dios debieron difirenciarlos notablemente> (1).
Felipe Human Poma de Ayala, que es el cronista que se re–
monta n mayor antigüedad en las tradiciones referentes a la histo–
ria del Perú, distribuye en cuatro edades las que forman el perío-
. do prehistórico. A la primera, llama la edad de la genern.ción de
Ht¿ari Huemkkocliamnri,
(2)
y
supone que en ella vivieron los dio–
ses sobre Ju tierra, sin más utensilios de labranza que las
taklla
o
cl1aqui ta.klla,
como ahora se nombra. Dice que el vestido que en–
tonces se usaba era hecho de hojas de árboles cosidas con pajn, .Y
que todos llevaban una vida de absoluta santidnrL
En la segunda edad coloca al
Htuiri 1'Una.
Esta genern.ción
puede considerarse como la de Jos autóctonos, verdaderos prime–
ros habitantes de esta región.
Se ha creído que fueron gigantes,
vestidos de pieles y que construían sus casas en forma de hornos
llamados
piwullu.~.
Arriaga manifiesta que estos primeros edifi–
cios fueron después objeto de veneración. Montecinos talvez se
refiere a esos hombres de elevada estatura cuando los llama:
hatun
1·u11as
o sea gigantes. También menciona Poma de Ayala, como
la primera oración col'l'esqondiente a ésta, la siguiente:
«Supre–
mo extremo Hu(!!rakkocha donde q1¿iera que tu, madestad e,sté, sea en
el cielo sea en en la ti erra, sea en el último término del
w1
ive1·so,
c1·eador de este mwndo, donde tu madestad esté, ¡oli! ¡óyeme !
En la tercera edad, pone la generación de los hombres comu–
nes o sea
Purun rwnos.
En la cuarta edad vivían los
Aukka 1•unas,
hombres malos, que
estuvieron en constante guerra. Estos fueron lós que construyeron
las fortalezas denominadas
pucaras.
Según Poma de Ayaln, tales
guerreros pnestos en línea de batalla solían esclamur:
<
¡
Oli! gran
(1)
La Sociología Genética. Ensayo sobre el pensamiento
y
la vida
~ocia!
prehistóricas por Franci sco Consentini, etc. Madrid,
i91 1,
pág.
37.
(2 )
R11n11
quiere decir gente , en quechua.