I NTRODUCCI ÓN
XLVII
Capacyupanqui conjura al mismo demonio Cañacgay Yauirca
(p((g.
260)
Te,.-to enmeudnuo
Ha.nanpa
chc~p
Hm·inpacliap
Oochamanü~
rayacpa
('),
Oamaqninpa
Tucuy ati.pacpa
Si1whi. íi.almiyocpa
il[ancha.y ttenl!yocpa
Oay cari cachon
Oay t1a1·mi cachon
Kispa. camacpac
St~tin htu~nni,
Oamacltyqt~i.
Pin~
canq1ú
'1
11-taycamni canqui
?
Y.mactc~n~
iiinqui
?
Rimayiia.
IN NOMINE
'J'rnducci6n
Del
i lo
De la. tierra,
Del que ya ·e en lo profundo de
los mare ·
De su creador
Del todopodero o
Del que tiene ojos fuertes,
Del dueño del h ervidero e pan-
to o.
Sea este varón
O
sea e te mujer,
D ·cien<lq
q.
u
pa.rael Hacedor.
l\fuj
' '
llama
Pue bien
:}~O
teinvoco
Quién_ r
ru
Himno de Yng aruca al Hacedor
(pág.
265)
Hamttyrac.
Hang,nch·icca.
U1·inclL'icca, Apo.
Hinantinri.
Ll1ítac
Ticci Kjapac
Rmwhttallpacll
li1J
Ohmw nMwhhaycuscayqwi
Allco
-
mtiyht¿an
Ven pues,
Gra.nrle como el Cielo,
Como la Tierra, Señor.
También de todo
reaclor
.r
oble Principio
Creador de lo hombre
mio;
Diez vece yo te adoro
Desfallecidos
Con mi ojos